Científicos reparan con éxito lesiones graves de la médula espinal y hacen caminar a ratones paralíticos
Científicos de la Universidad Northwestern (EE. UU.) Han desarrollado una innovadora herramienta de reparación neuronal que puede curar las lesiones de la médula espinal. Esta técnica literalmente devuelve a los paralíticos de pie, devolviéndoles el control sobre sus cuerpos.
En ratones experimentales, la capacidad de caminar volvió a las cuatro semanas después de una sola inyección.
El producto revolucionario es un gel con péptidos modificados que imitan las proteínas naturales que desencadenan reacciones de regeneración neuronal. De hecho, el sistema nervioso se cura a sí mismo, pero en condiciones normales este proceso es extremadamente lento. En gran parte porque la vida útil de las proteínas complejas es insignificante, mientras que la de los péptidos simples es enorme. Los científicos los han obligado a combinarse en cadenas gigantes de miles de bloques, lo que les permite imitar la actividad de las proteínas, pero al mismo tiempo mantener su viabilidad hasta por 12 semanas.
La innovación clave es el “efecto danza”, gracias al cual 100.000 moléculas en las cadenas de péptidos pueden moverse e incluso salir de estas estructuras. Esto les permite interceptar receptores en neuronas, que también se mueven constantemente y, por lo tanto, aumenta la probabilidad y frecuencia de interacción con ellas. Tal estructura móvil de la droga demostró ser muy efectiva precisamente para trabajar con tejido nervioso dinámico complejo.
El gel resultante tiene cinco efectos curativos sobre la médula espinal dañada a la vez. Hace que los axones se regeneren y reponga su vaina protectora de mielina, acelera el crecimiento de los vasos sanguíneos y, como consecuencia, el número de neuronas y también reduce el volumen de formación de tejido cicatricial. En teoría, de todos modos funcionará no solo con la médula espinal, sino también con el cerebro, lo que abre grandes oportunidades para el tratamiento de enfermedades muy peligrosas. Los ensayos en humanos comenzarán tan pronto como los reguladores aprueben la nueva técnica.