Activistas se pegan a un cuadro de van Gogh en protesta contra el petróleo
Existen causas por las que vale la pena luchar, incluso a costa del propio bienestar. Así, hay activistas que están dispuestos a todo con tal de que sus voces se escuchen, pero, desafortunadamente, en muchas ocasiones dañar el patrimonio común de la humanidad para llamar la atención es lo único que se les ocurre.
El pasado 30 de junio de 2022, a las 3:28 p.m., los británicos Louis McKenchnie, de 21 años, y Emily Brocklebank, de 24, usaron pegamento para unir sus manos al marco de la obra Árboles de durazno en flor de Vincent van Gogh para protestar contra las políticas climáticas de su gobierno, en particular el uso de petróleo como fuente energética.
Objetivo de las protestas
Somos parte de un grupo llamado Just Stop Oil y esperamos ser arrestados hoy. Tememos por nuestro futuro y el gobierno no se interesa por nosotros. Cuando era niño, mi padre nos llevó a Londres a admirar esta pintura. La amé entonces y aún la amo, pero amo más a mi generación, amo más a la naturaleza. ¿Cuántas vidas vale esta pintura?
– Louis McKenchnie
La agrupación activista climática Just Stop Oil (JSO) es una organización inglesa que aglutina a varios grupos que tienen como objetivo detener el abuso de los combustibles fósiles, particularmente por medio de presión al gobierno de su país, que, dicen, firma “la sentencia de muerte de la humanidad” cada vez que aprueba proyectos que permiten y fomentan el uso del petróleo como base de su infraestructura.
Los protestantes
Brocklebank es una estudiante de Psicología y declaró que a pesar de “amar el arte”, están “haciendo objetivo al mundo del arte porque significa enfocarse en las cosas erróneas”. Desde su punto de vista, la resistencia a los planes “genocidas” de su gobierno, que permite a compañías petroleras seguir excavando para obtener más combustible, es en lo que todos deberíamos esforzarnos.
McKenchnie, el más verborréico de los dos protestantes, quien ganó notoriedad en otro incidente en marzo de este mismo año por atarse a sí mismo a un poste de portería durante un partido del Newcastle United, dijo que:
Los científicos dicen que necesitamos detener los permisos a combustibles fósiles, pero el gobierno hace oídos sordos. No estoy dispuesto a ser enviado a mi muerte por compañías petroleras y sus títeres en el gobierno.
Just Stop Oil
El video, compartido por JSO, fue descrito por la organización como “dos jóvenes partidarios de JSO se han pegado a sí mismos al marco de la obra de van Gogh, pidiendo al gobierno que detenga la producción de gas y combustibles fósiles y llamando a las instituciones de arte a que se unan a la resistencia civil”.
En la misma descripción se aduce que la Conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático en 2021, conocido como COP26, fue un fracaso, pues no significó ningún compromiso verdadero para detener la producción de combustibles fósiles, “apostando temerariamente nuestro futuro”. Su mensaje termina diciendo “el petróleo es más valioso que nuestra cultura, herencia y cuerpos; más valioso que la vida en la Tierra, más valioso que nuestro hogar”.
Con toda la fuerza
Para cuando las fuerzas de seguridad llegaron a retirar a los protestantes de sus posiciones, estos ya habían terminado su discurso y se mostraban completamente indiferentes a la llegada de los efectivos de la policía metropolitana.
Sin duda, para no dejar nada al azar, la respuesta de las autoridades fue contundente, con un nutrido grupo de no menos de seis efectivos asignados a la tarea de poner bajo custodia a quienes podrían haber dañado a la pintura de van Gogh. El museo declaró que la obra está prácticamente intacta, pero se retiró de exhibición para limpiar el pegamento de su marco.
Árboles de durazno en flor
Pintado en 1889, en Francia, por el célebre Vincent van Gogh, este paisaje exponente del postimpresionismo se encuentra alojado en el museo Courtlaud Gallery, en Somerset, Londres, la cual puso la obra a resguardo tras el incidente.
Los museos británicos tienen una larga historia de financiamiento de parte de compañías petroleras. Ese hecho, junto a los efectos del cambio climático, que aparentemente provoca y seguirá provocando inundaciones en la región francesa de Provenza, donde el artista creó el cuadro, resultan símbolos evocadores para las protestas de los activistas.