Científicos revelan cómo podría detectarse vida en Encelado, la luna de Saturno
La vida en Encelado, el sexto satélite más grande de Saturno, es un tema de debate científico, y muchos investigadores dicen que a pesar de su pequeño tamaño y el hecho de que está cubierto por una gruesa capa de hielo, podría ser un mundo habitable.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona cree que una sonda espacial en órbita podría ayudar a descubrir si hay vida microbiana en la luna Encelado de Saturno.
En su artículo, los investigadores, que simularon una misión de este tipo , describieron cómo una sonda de una nave espacial en órbita podría resolver el misterio de si los microbios habitan en el océano subterráneo de Encelado. Los científicos diseñaron misiones que usarían instrumentos mejorados para muestrear penachos o incluso aterrizar en la superficie de la luna de Saturno.
“Al simular los datos que una nave espacial en órbita más preparada y avanzada recopilaría solo de las columnas, nuestro equipo ahora ha demostrado que este enfoque sería suficiente para determinar con confianza si hay o no vida dentro del océano de Encelado sin tener que sondear. las profundidades de la luna. Esta es una perspectiva emocionante”.
El equipo de investigación modeló sus cálculos basándose en la hipótesis de que Enceladus tiene metanógenos, microbios que pueden vivir en respiraderos hidrotermales oceánicos similares a los de la Tierra. Los investigadores calcularon cuál sería la masa total de metanógenos en Enceladus, así como la probabilidad de que sus células y otras moléculas orgánicas pudieran ser expulsadas a través de las columnas.
“Nos sorprendió descubrir que la abundancia hipotética de células solo equivaldría a la biomasa de una sola ballena en el océano global de Encelado”, dijo el autor del artículo, el biólogo evolutivo
Antonin Affholder. “La biosfera de Enceladus puede ser muy escasa. Y, sin embargo, nuestros modelos indican que sería lo suficientemente productiva como para alimentar las columnas con suficientes moléculas orgánicas o células para ser detectadas por instrumentos a bordo de una futura nave espacial”.
El documento incluye recomendaciones sobre la cantidad mínima de material que se debe recolectar de los penachos para buscar tanto células microbianas como ciertas moléculas orgánicas.
Encelado fue examinado por primera vez en 1980 por la nave espacial Voyager 1 de la NASA. Posteriormente, entre 2005 y 2017, la sonda Cassini de la NASA voló alrededor del sistema de Saturno y estudió sus complejos anillos y satélites. Los científicos quedaron atónitos cuando Cassini descubrió que debajo de la gruesa capa de hielo de Enceladus se esconde un océano cálido y salado de agua que emite metano.
El descubrimiento de macromoléculas orgánicas complejas en muestras recolectadas por Cassini de la columna de chorro de Encelado el 27 de junio de 2018 alimentó las discusiones sobre la posibilidad de vida allí.
sk