La vitamina D es reconocida como la forma más económica de prevenir la demencia senil
Investigadores de la Universidad de Exeter resumieron los resultados de un estudio de una década sobre el efecto de la vitamina D en el desarrollo de la demencia. Esta enfermedad es considerada uno de los principales problemas de la humanidad desarrollada, ya que en la vejez afecta hasta al 40% de la población. Hay muchas razones para la pérdida cognitiva, pero ahora hay pruebas sólidas de que la deficiencia de vitamina D en el cuerpo es una de ellas.
La deficiencia de vitamina D se debe a tres factores subyacentes. Primero, debido a la rápida urbanización, las personas comenzaron a pasar una cantidad significativa de tiempo en el interior, sin acceso a la luz solar directa, lo que ayuda al cuerpo a producir esta vitamina. En segundo lugar, la desnutrición: las personas no comen alimentos saludables, sino lo que pueden pagar. Y en tercer lugar, está el factor del gen APOE-e4, que conduce a la imposibilidad de obtener vitamina D excepto a través de los intestinos, que constituyó la base del estudio.
Los investigadores siguieron a un grupo de más de 12,000 personas de 71 años que no mostraban signos de demencia al comienzo del estudio. Algunos recibieron suplementos de vitamina D, otros no, y el estudio se prolongó durante diez años. Entre los que recibieron la vitamina, la demencia se desarrolló en solo el 40% de los casos. Mientras que el 75% de los ancianos sin esta vitamina en la dieta adquirieron esta enfermedad.
No se puede decir que la vitamina D sea una panacea y proteja contra la demencia, pero reduce significativamente el riesgo de esta enfermedad. Más precisamente, la deficiencia de esta vitamina aumenta los riesgos, y en su nivel normal, serán mínimos. Tomar la vitamina en forma de suplementos nutricionales es mucho más fácil y económico que otros métodos para tratar la demencia, concluyen los médicos.