Historia de OVNIs: Oficial de la armada de los EEUU se encuentra con un OVNI gigante en los cielos
Fue a principios de 1959 cuando se desató el enigma del informe oculto que sacudió a la comunidad de la aviación y la investigación ovni. Un sorprendente encuentro con un objeto volador no identificado (OVNI) sacudió los cimientos de la incredulidad y dejó una huella imborrable en la mente del Comandante James Taylor, de la Armada de los Estados Unidos, y su tripulación. La historia se remonta a una noche clara, en la que un Super-Constellation de cuatro motores surcaba los cielos sobre el Océano Atlántico.
El comandante George Benton, un experimentado piloto naval con más de una década de servicio a sus espaldas, estaba al mando de la aeronave de transporte R7V-2 de la Armada, un Super-Constellation de cuatro motores, volaba hacia el oeste a través del Océano Atlántico. En el avión, además de la tripulación principal, descansaban dos tripulaciones adicionales de la Armada, regresando a casa después de sus asignaciones en el extranjero. La mayoría de los hombres a bordo estaban descansando, ajenos a la extraña sorpresa que se avecinaba.
De repente, Benton notó un inusual resplandor en el horizonte, que antes no estaba allí. Lo que al principio parecía ser un pueblo iluminado a unos veinticinco kilómetros de distancia se convirtió en un misterio intrigante. El piloto y su copiloto, el teniente Peter W. Mooney, se sorprendieron ante la aparición repentina de estas luces en medio del oscuro océano.
Sin perder tiempo, llamaron al navegante, el teniente Alfred C. Erdman, para verificar su posición. La sospecha de que se habían desviado hacia tierra emergió, pero Erdman rápidamente descartó esa posibilidad, ya que su última referencia estelar indicaba que estaban sobre el océano.
La intriga aumentó cuando otros miembros de la tripulación fueron despertados para observar las misteriosas luces que se agrupaban en el horizonte. Lo que siguió fue un evento que desafió cualquier explicación convencional.
Las luces se desvanecieron abruptamente y fueron reemplazadas por anillos de colores que se expandían ante sus ojos. Uno de estos anillos parecía estar creciendo de tamaño, lo que dejó a la tripulación atónita y desconcertada. La tensión se apoderó de la cabina mientras el extraño fenómeno continuaba desarrollándose.
De pronto, el anillo luminoso se materializó en un objeto gigante y redondo que se dirigía hacia ellos. La nave era inmensa, eclipsando completamente la Constelación en la que volaban. Su tamaño era incomprensible, con un diámetro estimado de entre 350 y 400 pies y un grosor de al menos diez metros en el centro.
El objeto se acercó rápidamente, y la tripulación de la aeronave observó con incredulidad mientras pasaba a pocos metros de distancia. Aunque no pudieron detectar señales de vida en la nave, la sensación de ser observados estaba presente. El Comandante Benton, luchando contra el miedo, mantuvo el rumbo de la aeronave mientras el objeto misterioso los seguía de cerca.
En un instante, el OVNI gigante cambió de rumbo y desapareció en la distancia a una velocidad asombrosa. A pesar del desconcierto y el misterio, el Comandante Benton y su tripulación sabían que habían sido testigos de algo fuera de lo común.
Después de aterrizar en el aeropuerto de Gander, oficiales de inteligencia de la Fuerza Aérea se reunieron con la tripulación y aceptaron el avistamiento del OVNI como un hecho real. El misterio solo se profundizó durante las intensas interrogaciones, donde se obtuvieron detalles precisos sobre el avistamiento.
Los informes revelaron que el objeto tenía una velocidad estimada de entre 1.400 y 2.200 nudos, y que su aparición había sido acompañada por una pérdida temporal de funciones de la aeronave, incluida la radio. Sin embargo, la mayoría de las preguntas sobre el fenómeno y su origen quedaron sin respuesta.
El evento no pasó desapercibido para las autoridades militares, y se enviaron informes de inteligencia detallados a comandantes de defensa y directores de inteligencia. Pero el misterio del OVNI gigante siguió sin resolverse.
Días después del encuentro, el Comandante Benton fue visitado por un científico de una agencia gubernamental, quien mostró interés en el avistamiento. A pesar de la aprobación de la Marina, el científico no reveló mucha información y se fue con algunas fotografías que parecían estar relacionadas con el objeto visto en el cielo.
Este enigmático encuentro sigue siendo uno de los casos más destacados y misteriosos de avistamientos de ovnis. A pesar de las interrogaciones y los informes, el misterio del OVNI gigante permanece sin respuesta, dejando a todos los involucrados con más preguntas que respuestas. El mundo sigue esperando desentrañar el enigma de este sorprendente encuentro con lo desconocido.
Fuente
Flying Saucer Review, volumen 49/2, verano de 2004, págs. 21-23
De los registros del NICAP, por el mayor Donald E. Keyhoe