“Inteligencia extraterrestre: ¿Más probablemente artificial que biológica?”
El descubrimiento de vida extraterrestre ha sido un tema de intriga y especulación durante décadas. Sin embargo, el enfoque en la posibilidad de que los seres de otros mundos sean similares a nosotros podría estar equivocado, sugiere el renombrado astrónomo real británico, Lord Martin Rees. Según él, es más plausible que la inteligencia extraterrestre sea más similar a una forma de inteligencia artificial insondable que a formas de vida orgánica.
Rees plantea la idea de que mientras la vida inteligente en la Tierra ha tardado más de cuatro mil millones de años en evolucionar a través de la selección natural, hay un vasto período por delante para el desarrollo de la inteligencia en direcciones desconocidas. En este escenario, los humanos podrían representar solo una breve etapa en la historia de la Tierra antes de que la inteligencia artificial tome el control.
Esta perspectiva desafía la suposición de que los extraterrestres serían criaturas orgánicas similares a nosotros. ¿Es más probable que sean entidades artificiales? Si es así, ¿cómo podríamos detectar su presencia?
La idea de una inteligencia inorgánica en el cosmos plantea posibilidades sorprendentes. Estos seres podrían pensar y actuar de manera radicalmente diferente a los humanos, tal vez prefiriendo pasar desapercibidos. Podrían estar más interesados en la contemplación profunda que en la expansión agresiva, dado que no estarían sujetos a las presiones evolutivas darwinianas.
Además, estas formas de inteligencia podrían existir en condiciones radicalmente diferentes a las que conocemos. Podrían preferir la gravedad cero para crear estructuras livianas o podrían adaptarse a entornos de baja temperatura para reducir el gasto energético en el procesamiento de datos. Incluso podrían optar por períodos de hibernación extremadamente prolongados hasta que las condiciones cósmicas se ajusten a sus necesidades.
Sin embargo, la detección de tal inteligencia plantea desafíos. La búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) se ha centrado en la detección de firmas biológicas, como biofirmas, pero la búsqueda de inteligencia artificial requeriría la identificación de “tecnofirmas”, como transmisiones electromagnéticas. Identificar estas señales en un universo desconocido podría ser todo un desafío, ya que podrían ser radicalmente diferentes a lo que esperamos.
En resumen, la posibilidad de inteligencia extraterrestre inorgánica desafía nuestras suposiciones sobre la vida más allá de la Tierra y nos insta a mantener nuestras mentes abiertas a lo desconocido. La búsqueda de vida y de inteligencia más allá de nuestro planeta seguramente nos deparará sorpresas, desafiando nuestra comprensión actual del cosmos y de la vida misma.

