Según estudio el causante del alzhéimer pudo haber sido detectado hace más de 100 años

Un grupo de investigadores de instituciones científicas estadounidenses ha emitido una advertencia a través de un artículo publicado recientemente en la prestigiosa revista Nature. Este artículo destaca nueva evidencia que sugiere que la causa principal del mal de Alzheimer podría ser la acumulación de lípidos en las células del cerebro.

El mal de Alzheimer, un trastorno neurodegenerativo que afecta a millones de personas en todo el mundo, ha sido objeto de estudio durante décadas. Desde que el neurólogo alemán Alois Alzheimer lo identificara por primera vez a principios del siglo XX, se han realizado numerosas investigaciones para comprender sus mecanismos subyacentes.

Alzheimer observó inicialmente la presencia de placas de beta-amiloide y ovillos de proteína tau en las células cerebrales de los pacientes. Sin embargo, también notó la acumulación de gotas de lípidos, aunque este último fenómeno no ha sido tan ampliamente estudiado como los otros dos cambios fisiológicos relacionados con la enfermedad.

Los depósitos de grasa en el cerebro han sido objeto de un estudio detallado en la investigación más reciente. Los científicos se han centrado en el gen APOE, que regula la producción de una proteína llamada ‘apolipoproteína E’. Esta molécula, que desempeña un papel crucial en el transporte de lípidos hacia las células nerviosas, ha sido objeto de atención en este estudio.

Los investigadores se plantearon si las cuatro variantes del gen APOE (numeradas del 1 al 4) podrían influir en el riesgo de desarrollar Alzheimer. Descubrieron que en los cerebros de las personas con la variante APOE4, había más células inmunitarias con un tipo específico de enzima. Esto facilitaba el transporte de grasa hacia las células cerebrales.

Además, se encontró que la acumulación de la proteína beta-amiloide en las células nerviosas, particularmente en personas con variantes APOE3 o APOE4, también provocaba la acumulación de lípidos en estas células.

Los resultados de esta investigación sugieren un vínculo entre los factores genéticos de riesgo para el mal de Alzheimer y la acumulación de gotas de lípidos en las células cerebrales. Estos hallazgos podrían abrir nuevas puertas para el desarrollo de tratamientos terapéuticos que aborden esta enfermedad debilitante.

En resumen, este estudio resalta la importancia de comprender el papel de los lípidos en el desarrollo del Alzheimer y subraya la necesidad de continuar investigando para encontrar enfoques terapéuticos más efectivos para esta enfermedad devastadora.

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