El extraño caso de la lluvia de carne en Kentucky en 1876. Un fenómeno que sigue desconcertando al mundo
Imagina que estás caminando por un antiguo camino de tierra en un fresco día de primavera. El sol brilla, el cielo está despejado y el aire fresco te llena los pulmones. Una ligera brisa juega con tu cabello, pero no hay viento fuerte que te moleste. De repente, algo comienza a caer del cielo. ¿Qué podría ser? Podrías esperar lluvia, quizás incluso nieve ligera, aunque la temperatura no indica un frío intenso. Sin embargo, rápidamente te das cuenta de que la precipitación de hoy está fuera de lo común. No es agua ni nieve lo que cae del cielo. ¡Es carne!
¿Carne cayendo del cielo? Esta idea podría sonar como si fuera sacada de un relato de ciencia ficción, pero en realidad, es parte de la historia. Este extraño fenómeno se conoce como la “Lluvia de Carne de Kentucky”, un evento documentado que ocurrió en el siglo XIX.
El 3 de marzo de 1876, en una granja de Kentucky, la señora Crouch, esposa de un granjero, estaba ocupada haciendo jabón en su porche cuando de repente observó algo extraordinario: trozos de carne caían del cielo. Con asombro, informó que los pedazos de carne golpeaban el suelo a unos 40 pasos de su hogar. Para la señora Crouch y su esposo, este inexplicable evento fue interpretado como una señal divina. La noticia de este extraño suceso se propagó rápidamente, siendo cubierta por revistas de renombre como Scientific American y The New York Times, entre otras publicaciones.
Un trozo de carne que cayó del cielo en 1876 se guarda en un frasco en la Universidad de Transilvania. Proporcionado por Kurt Gohde
La carne que caía del cielo era mayormente de tamaño pequeño, con la mayoría de los trozos midiendo aproximadamente 2 por 2 pulgadas (5 cm x 5 cm), aunque se registró al menos uno de mayor tamaño, de 4 por 4 pulgadas (10 cm x 10 cm). A primera vista, la carne parecía ser de res, aunque dos hombres que la probaron la describieron como similar al cordero o al ciervo. La intrigante situación llevó a una variedad de análisis e interpretaciones.
Inicialmente, Leopold Brandeis, escribiendo en el Sanitario, identificó la sustancia como Nostoc, una forma de cianobacteria, basándose en su expansión gelatinosa tras la lluvia. Sin embargo, otros análisis apuntaban en direcciones diferentes. La Asociación Científica de Newark recibió muestras de carne para su análisis, resultando en la conclusión del Dr. Allan McLane Hamilton de que la carne consistía en tejido pulmonar, similar tanto al de un caballo como al de un ser humano.
La teoría de la Nostoc de Brandeis fue desafiada por el hecho de que no había habido lluvia en el momento del evento. Algunos lugareños favorecieron la explicación de que la carne fue vomitada por buitres, siguiendo el comportamiento de estas aves al ver a uno de sus congéneres vomitar. El Dr. Lewis D. Kastenbine respaldó esta teoría en el periódico Louisville Medical News, señalándola como la mejor explicación para la variedad de carne encontrada.
La apariencia aplanada y seca de los trozos de carne fue explicada por el investigador Charles Fort como resultado de la presión, mientras que nueve días después del evento, se registró otro fenómeno similar en London, Kentucky, donde “corpúsculos” rojos con apariencia “vegetal” cayeron del cielo.
A pesar de los numerosos análisis y teorías propuestas, el misterio detrás de la lluvia de carne de Kentucky sigue sin resolverse por completo, dejando a la imaginación de la humanidad una vez más preguntándose sobre los extraños sucesos que a veces desafían toda lógica y explicación científica.