Avistamientos de Ovnis en Instalaciones Nucleares Despiertan Preocupación y Llamados a la Transparencia
Desde la década de 1940, los informes de avistamientos de ovnis en instalaciones nucleares estadounidenses han generado un debate público y han provocado preguntas sobre la veracidad de estas afirmaciones y la respuesta del gobierno. Durante una audiencia reciente del Congreso, la secretaria del Departamento de Energía (DOE), Jennifer Granholm, desestimó estos informes como avistamientos de drones, lo que ha suscitado críticas y ha alimentado la especulación sobre la verdadera naturaleza de estos fenómenos.
La representante Anna Paulina Luna cuestionó a Granholm sobre la participación del DOE en la ingeniería inversa de tecnología alienígena estrellada y la colaboración con un grupo de trabajo antiterrorista. La admisión de Granholm de que el DOE trabaja con el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC) llamó la atención, ya que se cree que el JSOC recupera naves alienígenas estrelladas y aplica ingeniería inversa a la tecnología.
El periodista de investigación y experto en ovnis Jeremy Corbell afirmó que la participación del JSOC con la tecnología extraterrestre es un tema importante, ya que sugiere un nivel más profundo de conocimiento y participación del gobierno en actividades relacionadas con los ovnis. Aunque JSOC ha negado estas acusaciones en el pasado, Corbell cree que su conexión con el programa de recuperación de accidentes probablemente esté bajo la autoridad de la CIA.
Luna enfatizó la necesidad de transparencia por parte del gobierno y afirmó que más del 50% de los estadounidenses creen que los fenómenos aéreos no identificados (UAP) potencialmente existen, lo que requiere una investigación seria y el reconocimiento por parte de las agencias federales. Luna presentó nueve preguntas al DOE sobre designaciones de vehículos aéreos no tripulados (UAV) y UAS, incursiones de UAP, medidas de seguridad en ubicaciones de infraestructura crítica, métodos de recopilación de datos relacionados con avistamientos de UAP, protocolos de salud y seguridad relacionados con encuentros de UAP y divulgación pública de incidentes de UAP.
Granholm había declarado anteriormente que los avistamientos reportados cerca de instalaciones nucleares eran drones, no ovnis, y que existían protocolos de seguridad y defensas para manejar cualquier amenaza. El intercambio de Granholm y Luna reveló una discrepancia entre la postura oficial del gobierno sobre los avistamientos de ovnis y las experiencias reportadas por los denunciantes.
La controversia en torno a los avistamientos de ovnis en instalaciones nucleares ha planteado dudas sobre la transparencia del gobierno y el manejo de los incidentes de UAP. Las consultas de Luna al DOE reflejan una preocupación por la seguridad pública y la concienciación sobre posibles amenazas de UAP. A pesar de que el gobierno descarta los avistamientos de ovnis como drones, la historia de avistamientos reportados y la participación de agencias como JSOC sugieren un nivel más profundo de participación y conocimiento sobre la tecnología extraterrestre. En el futuro, Luna y otros legisladores están presionando para lograr una mayor transparencia y divulgación de información relacionada con los avistamientos de UAP y la respuesta del gobierno a posibles amenazas.