Funcionarios del Gobierno de EE. UU. evitan investigar OVNIs por creer que son “Demoníacos”, revela oficial en nuevo libro
Un nuevo libro escrito por el ex oficial de contrainteligencia Luis “Lue” Elizondo ha sacado a la luz una sorprendente razón detrás de la falta de investigación sobre los fenómenos anómalos no identificados (UAP), más comúnmente conocidos como OVNIs, por parte de altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Según Elizondo, algunos de estos funcionarios creen que estos fenómenos son de naturaleza “demoníaca”, lo que ha obstaculizado el avance en la investigación de estos misteriosos objetos.
Elizondo, quien dirigió el Programa de Identificación Avanzada de Amenazas Aeroespaciales (AATIP), se hizo conocido por renunciar a su puesto en el Pentágono en protesta por el “excesivo secretismo y la oposición interna” en torno al estudio de los UAP. En su reciente libro Imminent: Inside the Pentagon’s Hunt for UFOs (John Blake), Elizondo ofrece una perspectiva sin precedentes sobre lo que él describe como “el secreto mejor guardado del Pentágono”.
Religión y OVNIs: Una Barrera para la Investigación
Elizondo revela que parte de la resistencia dentro del Pentágono a la investigación de los UAP se debe a creencias religiosas profundamente arraigadas. Según él, algunos altos funcionarios temen que estos fenómenos representen una amenaza para sus sistemas de creencias, llegando a la conclusión de que los OVNIs son “demoníacos”. Esta postura no solo ha impedido una investigación científica rigurosa, sino que también ha generado un ambiente de rechazo y secretismo.
Elizondo subraya que, aunque no comparte esta visión, respeta a estos funcionarios, describiéndolos como “patriotas increíblemente competentes y leales”. Sin embargo, también expresa su preocupación por la falta de una lógica sólida detrás de esta creencia, afirmando que el temor basado en suposiciones religiosas ha obstaculizado la búsqueda de la verdad.
El Impacto de la Hipótesis Demoníaca
La creencia de que los UAP podrían ser de origen demoníaco no es nueva en ciertos círculos. Figuras como el ex astronauta Charlie Duke han expresado públicamente su convicción de que estos fenómenos son “seres demoníacos” que buscan alejar a la humanidad de Dios. Esta hipótesis ha ganado cierto terreno entre el público y algunos sectores religiosos, a pesar de la falta de evidencia concreta que la respalde.
Elizondo, por su parte, insiste en la necesidad de mantener una mente abierta y continuar investigando, incluso si los resultados desafían nuestras concepciones tradicionales de la realidad. “Tal vez tengan razón, tal vez sea demoníaco”, admite Elizondo, “pero, en cualquier caso, tenemos que investigar más para averiguarlo”.
Conclusión: Un Secreto que Necesita Luz
La revelación de que creencias religiosas podrían estar frenando la investigación sobre los UAP añade una capa de complejidad a un tema ya de por sí enigmático. Mientras que algunos funcionarios del gobierno se aferran a la idea de que estos fenómenos son de naturaleza demoníaca, otros, como Elizondo, abogan por una investigación más abierta y basada en evidencias.
En última instancia, la verdad sobre los UAP podría estar más allá de nuestras actuales capacidades de comprensión. Sin embargo, lo que está claro es que la mezcla de creencias religiosas, secretismo gubernamental y fenómenos no identificados ha creado un entorno en el que la verdad sigue siendo elusiva. Si estamos al borde de una nueva revolución copernicana, como algunos sugieren, es vital que enfrentemos estos misterios con una mente abierta y un enfoque científico, dejando espacio para lo desconocido sin caer en el temor o la superstición.