La creencia en extraterrestres crece pese a la falta de pruebas

A medida que aumenta la fe en los ovnis, políticos y científicos se ven obligados a tomar medidas, mientras la comunidad académica también se interesa en el fenómeno.

A pesar de la ausencia total de pruebas concretas sobre la existencia de extraterrestres, la creencia de que han visitado la Tierra está ganando terreno de manera alarmante. Según estudios recientes, aproximadamente el 24% de los estadounidenses y el 7% de los británicos están convencidos de haber visto personalmente un OVNI. Esta creencia, que alguna vez fue considerada una rareza, ahora es vista como un problema social de gran escala.

El próximo artículo que será publicado en la Revista de la Unión Astronómica Internacional destaca cómo la fe en los extraterrestres se ha arraigado en la cultura popular de varios países occidentales. Esta tendencia ha llevado a los políticos a crear comisiones y oficinas dedicadas a investigar lo que ahora se denomina “fenómenos anómalos no identificados” (UAP, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos.

El Pentágono ha respondido a este creciente interés público con la creación de la Oficina Aliada de Investigación de Anomalías (AARO), que se encarga de clasificar y analizar informes militares sobre objetos no identificados. Aunque hasta el momento no se ha encontrado evidencia de vida extraterrestre, el trabajo de la AARO continúa sin cesar, impulsado por una demanda pública que no muestra signos de disminuir.

Este fenómeno no solo está alimentado por el interés en lo desconocido, sino también por una creciente desconfianza en las élites y la creencia de que existen sociedades secretas que ocultan la verdad sobre las visitas extraterrestres. Según una encuesta, el 68% de los estadounidenses cree que el gobierno sabe más sobre los ovnis de lo que admite públicamente, una cifra que supera incluso la cantidad de personas que creen en la existencia de extraterrestres.

Tony Milligan, especialista en ética del King’s College de Londres, ha expresado su preocupación por las implicaciones de este fenómeno. Según Milligan, la proliferación de teorías conspirativas y la fascinación por los ovnis podrían obstaculizar el progreso en la exploración científica del espacio y el potencial descubrimiento de microorganismos en otros planetas.

La comparación entre el interés público en la astrobiología y la ufología es clara. El canal de YouTube “History”, propiedad de Disney, que regularmente publica episodios sobre “antiguos extraterrestres”, cuenta con casi 14 millones de suscriptores. En contraste, el canal de la NASA, que aborda logros en astrobiología, tiene apenas 20.000 suscriptores, según informa Science Alert.

El año pasado, una encuesta realizada a 1.500 miembros de la comunidad académica de Estados Unidos reveló que casi una quinta parte de ellos había observado personalmente fenómenos aéreos no identificados, es decir, objetos que no se parecen a aviones o fenómenos naturales conocidos. Más de un tercio de los encuestados manifestó algún grado de interés en continuar investigando el fenómeno, y muchos expresaron su disposición a comenzar dicha investigación si contaran con los fondos necesarios.

Conclusión

La creciente creencia en extraterrestres y ovnis, a pesar de la falta de pruebas, está alcanzando un punto en el que ya no puede ser ignorada. Políticos, científicos y académicos están sintiendo la presión de un público cada vez más convencido de la existencia de vida extraterrestre y de que las élites están ocultando la verdad. Sin embargo, esta tendencia también plantea serios desafíos, desde la erosión de la confianza en las instituciones hasta la posible desviación de recursos que podrían ser utilizados en investigaciones científicas legítimas en astrobiología. Mientras la sociedad debate sobre ovnis, la ciencia lucha por mantener su enfoque en la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta.

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