Nuevas Evidencias Sugieren que Betelgeuse Podría Tener una Estrella Compañera Oculta
Astrónomos descubren fluctuaciones en el brillo de la supergigante roja que podrían indicar la presencia de una estrella compañera cercana.
La estrella Betelgeuse, una de las más brillantes y conocidas en el cielo nocturno, ha sido objeto de atención por parte de astrónomos debido a sus fluctuaciones de brillo. Durante años, los científicos han especulado que la supergigante roja, ubicada en el hombro derecho de la constelación de Orión, podría estar acercándose a una explosión como supernova. Sin embargo, nuevas observaciones sugieren que estas variaciones podrían deberse a una estrella compañera hasta ahora no detectada, lo que cambia el enfoque sobre el futuro de Betelgeuse.
Betelgeuse: un gigante al borde de la explosión

Conocida también como Alfa Orionis, Betelgeuse se destaca por su impresionante tamaño. Si esta estrella estuviera en el centro de nuestro sistema solar, su enorme diámetro de más de mil millones de kilómetros abarcaría hasta la órbita de Júpiter. Este tamaño la clasifica como una supergigante roja, un tipo de estrella que ha agotado su suministro de hidrógeno y está en las últimas etapas de su evolución. Debido a su edad avanzada, los astrónomos han creído que Betelgeuse está cerca de explotar en una supernova, un evento astronómico que se ha esperado desde al menos 2019, cuando la estrella experimentó una notable disminución en su luminosidad.
No obstante, recientes descubrimientos realizados por un equipo de astrónomos liderado por Jared Goldberg del Instituto Flatiron, junto con Meridith Joyce y Laszlo Molnar del Observatorio Konkoly en Hungría, han revelado una nueva teoría: Betelgeuse podría tener una estrella compañera que estaría afectando su comportamiento.
Fluctuaciones de brillo: ¿una segunda estrella en juego?
Los estudios de Goldberg y su equipo, publicados en la plataforma ArXiv.org, muestran que además del ciclo conocido de fluctuaciones de 415 días en el brillo de Betelgeuse, hay otro patrón que ocurre aproximadamente cada 2.170 días, es decir, cada seis años. Este comportamiento inusual no tiene una explicación directa, ya que no coincide con los pulsos típicos de una estrella de este tipo. Sin embargo, los astrónomos plantean que una estrella más pequeña, apodada “Alfa Orionis B”, podría estar orbitando Betelgeuse y ser responsable de estas variaciones.
Según el equipo, cuando esta estrella compañera se encuentra detrás de Betelgeuse desde la perspectiva de la Tierra, el brillo de la supergigante roja disminuye. Esta posible estrella no solo influiría en la luz que llega a nosotros, sino que también podría estar afectando la distribución de polvo y materia alrededor de Betelgeuse, provocando que el brillo varíe dependiendo de su posición orbital.
Un misterio que persiste: la estrella invisible
La razón por la cual esta estrella compañera ha sido tan difícil de detectar hasta ahora es que Betelgeuse eclipsa a Alfa Orionis B al menos mil veces en términos de brillo, lo que hace extremadamente complicado observarla directamente con los instrumentos actuales. La gigantesca luminosidad de Betelgeuse ha opacado a su posible compañera, escondiéndola de los ojos de los astrónomos.
Goldberg y sus colegas han sugerido que las futuras observaciones se centrarán en intentar confirmar la existencia de Alfa Orionis B y en comprender mejor qué tipo de estrella es. Se especula que esta compañera podría ser una estrella de menor masa, pero aún hay muchas incógnitas sobre su naturaleza exacta. A pesar de los desafíos, el equipo cree que más estudios sobre las fluctuaciones del brillo y la interacción con el polvo circundante podrían finalmente dar respuesta a este intrigante misterio.
Betelgeuse: ¿una explosión inminente o no?
El hecho de que Betelgeuse podría tener una compañera ofrece una nueva perspectiva sobre la posibilidad de que explote en el futuro cercano. Durante años, los astrónomos han seguido de cerca las variaciones en su brillo, interpretando algunos de estos cambios como signos de que la estrella estaba acercándose a una supernova. La disminución de brillo observada en 2019, que fue inicialmente un gran motivo de alarma, se explicó más tarde como una explosión de plasma en su superficie, y no como un preludio de su destrucción final.
Sin embargo, el descubrimiento de una posible estrella compañera añade un nuevo giro a esta historia. Si las fluctuaciones de brillo no están relacionadas exclusivamente con el proceso de envejecimiento de Betelgeuse, sino con la interacción con Alfa Orionis B, entonces la predicción de una explosión inminente podría ser revisada. Esto sugiere que Betelgeuse podría seguir brillando en el cielo durante mucho más tiempo del que se había anticipado inicialmente.
Conclusión: nuevas preguntas, nuevas respuestas
El descubrimiento de una posible estrella compañera de Betelgeuse plantea tantas preguntas como respuestas. Si bien este hallazgo podría cambiar radicalmente nuestra comprensión sobre el destino de esta supergigante roja, los astrónomos ahora enfrentan el reto de confirmar la existencia de Alfa Orionis B y comprender mejor cómo su órbita influye en las fluctuaciones de brillo de Betelgeuse.
Este misterio astronómico resalta la complejidad de las estrellas y cómo incluso las más conocidas, como Betelgeuse, pueden guardar secretos sorprendentes. Mientras las observaciones continúan, los científicos seguirán buscando nuevas pistas que desvelen el futuro de una de las estrellas más icónicas del firmamento. ¿Podría Betelgeuse estar al borde de una supernova, o su compañera estelar está prolongando su vida? Solo el tiempo y la ciencia lo dirán.
