Extraños Fenómenos Aéreos y Misteriosas Fallas en la Red Eléctrica Desatan Teorías en Alaska y Florida

Investigadores cuestionan la implicación de fenómenos aéreos no identificados (UAP) en incidentes de fluctuaciones energéticas que afectaron bases militares clave en Estados Unidos y Canadá.

En los últimos meses, han surgido nuevos datos y preguntas sobre los extraños incidentes que tuvieron lugar en Deadhorse, Alaska, y en la Base de la Fuerza Aérea Tyndall (Tyndall AFB) en Florida. Las fluctuaciones de energía que se experimentaron en estas instalaciones militares han alimentado teorías sobre posibles contramedidas desplegadas por fenómenos aéreos no identificados (FANI o UAP por sus siglas en inglés) que estaban siendo rastreados y atacados por el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD).

¿Un Enigma Energético?

Uno de los puntos más intrigantes que se plantean es si las fluctuaciones de energía en la Base de la Fuerza Aérea Tyndall fueron causadas directamente por los UAP, o si hay otros factores en juego. Durante el periodo en cuestión, varios UAP fueron detectados por NORAD, incluidos los conocidos como UAP20, UAP22 y UAP23. Sin embargo, no está claro si estas anomalías energéticas fueron el resultado de contramedidas activas desplegadas por uno o más de estos objetos voladores. La distancia entre las instalaciones y el tipo de tecnologías implicadas generan incertidumbre entre los expertos.

El Rompecabezas de las Latitudes Polares

Un elemento clave del misterio es la ubicación geográfica de Deadhorse, situada en una región polar donde las comunicaciones y el acceso a satélites son extremadamente difíciles. Los FANI avistados al norte de Deadhorse habrían tenido que posicionarse estratégicamente para interceptar las señales satelitales. Sin embargo, investigaciones preliminares descartan que estos objetos hayan utilizado métodos convencionales, como un ataque de tipo “man in the middle” o un Pulso Electromagnético (EMP), debido a la distancia de más de 5,800 kilómetros entre Deadhorse y Tyndall.

Este descubrimiento refuerza la idea de que los UAP involucrados podrían estar utilizando tecnologías desconocidas, lo que genera más preguntas sobre la naturaleza de estos fenómenos. ¿Podrían estas anomalías ser parte de un sistema de batalla integrado que los activos militares estadounidenses no han logrado contrarrestar eficazmente?

Un Espacio de Batalla Integrado Bajo Tensión

El concepto militar de un “espacio de batalla integrado”, en el que los activos de combate se comunican entre sí en tiempo real, es común en regiones de latitudes más bajas, pero presenta desafíos importantes en zonas cercanas a los polos. La infraestructura de comunicación militar en estas áreas depende en gran medida de satélites geoestacionarios ubicados sobre el ecuador. En latitudes tan altas como Alaska, los ángulos de las señales satelitales son extremadamente bajos, lo que hace que las comunicaciones sean más vulnerables a interferencias.

Un experto en comunicaciones comentó: “Es difícil entender cómo un UAP pudo haber interferido con las comunicaciones sin estar en una posición mucho más favorable. Sin embargo, los eventos de Deadhorse desafían lo que sabemos sobre las capacidades tecnológicas actuales”.

Teorías de No Divulgación

Uno de los aspectos más controversiales de esta historia es la aparente falta de divulgación gubernamental sobre lo que realmente ocurrió. Los investigadores especulan que las capacidades avanzadas de los UAP, posiblemente de origen no terrestre, podrían ser la razón detrás del silencio oficial. La falta de una respuesta clara por parte de las autoridades militares ha dado pie a la idea de que están lidiando con tecnologías “de otro mundo” que no están preparados para entender o revelar al público.

La precisión con la que estos objetos parecen haber actuado en múltiples ubicaciones distantes, con millimétrica exactitud, podría estar detrás del secretismo oficial. Mientras las autoridades niegan cualquier actividad inusual, los registros filtrados y testimonios de oficiales indican que algo fuera de lo común sucedió durante estos incidentes.

Datos Recientes: Nuevas Piezas del Rompecabezas

Actualizaciones recientes han revelado detalles sobre las operaciones militares durante los eventos. La LCOL Amy Tsai-Lamoureux, nombrada en documentos oficiales como Jefa de Operaciones de Combate, jugó un papel crucial durante los incidentes relacionados con los UAP en Yukon, Canadá, en febrero de 2023. La participación de Canadá y las referencias a dispositivos de transferencia de datos clasificados en las instalaciones NORAD indican una respuesta coordinada entre ambos países.

Curiosamente, durante los eventos, un dispositivo clave en la red de información militar que permite mover datos desde la red TOP SECRET a redes no clasificadas estaba fuera de servicio en una instalación canadiense. Este tipo de problemas técnicos, combinados con los avistamientos de UAP, levantan sospechas sobre posibles interferencias externas.

¿Qué Está Ocultando el Gobierno?

A medida que surgen nuevos detalles sobre estos incidentes, las preguntas sobre la verdadera naturaleza de los UAP y las respuestas militares permanecen sin respuesta. Las teorías sobre tecnología avanzada, posiblemente extraterrestre, y la falta de divulgación gubernamental solo alimentan el misterio. Con los datos actuales, es difícil determinar qué ocurrió realmente en Deadhorse y Tyndall, pero lo que sí es claro es que estos fenómenos no identificados están desafiando el entendimiento tecnológico y estratégico de las principales potencias mundiales.

Mientras el mundo espera respuestas, la historia sigue desarrollándose, y los cielos de Alaska y Florida continúan siendo el epicentro de una investigación que podría cambiar nuestra percepción sobre la seguridad aérea y la tecnología de defensa.

 

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