Flotas de drones misteriosos y de origen desconocido vigilan sitios militares de EE. UU.: El Pentágono admite que no puede detenerlos

Drones de origen desconocido han sido vistos sobrevolando bases militares clave en Estados Unidos, y el Departamento de Defensa enfrenta limitaciones para detener esta amenaza potencial de espionaje.

Un nuevo informe revela que flotas de drones no identificados han estado monitoreando los sitios militares más sensibles de Estados Unidos, y el Pentágono admite que no tiene muchas opciones para contrarrestar a estos intrusos aéreos. En los últimos meses, bases militares en Virginia y Nevada han sido testigos de la aparición de docenas de drones de origen desconocido. Los avistamientos incluyen ubicaciones críticas, como la base secreta de la unidad de comando de élite SEAL Team Six de la Marina y la Estación Naval de Norfolk, el puerto naval más grande del mundo, según informó el Wall Street Journal.

A pesar de la preocupación creciente por la posible vigilancia de adversarios extranjeros, las leyes federales estadounidenses prohíben a las fuerzas armadas derribar estos drones debido a los riesgos que representa para las tropas y la población civil. Además, se han desechado otras opciones como el bloqueo de señales, por temor a que pueda interferir con redes 911, WiFi y aviones comerciales. Este escenario ha dejado al Pentágono con pocas herramientas para contrarrestar lo que parece ser un sofisticado esfuerzo de espionaje.

Avistamientos en Virginia y la Presencia de Drones

Uno de los incidentes más destacados tuvo lugar en diciembre de 2023, cuando la Base de la Fuerza Aérea Langley, en Virginia, reportó avistamientos nocturnos de drones sobrevolando sus instalaciones. Langley alberga a los avanzados aviones de combate F-22 Raptor, considerados una pieza crucial en la defensa aérea estadounidense. Los drones continuaron apareciendo durante 17 días consecutivos, lo que despertó las sospechas de que agentes rusos o chinos podrían estar detrás de los avistamientos, intentando espiar activos militares estratégicos de Estados Unidos.

A pesar de la preocupación, el espionaje no constituye una amenaza inminente bajo las leyes actuales, lo que significa que los militares tienen prohibido derribar los drones. Por si fuera poco, la Administración Federal de Aviación (FAA) advirtió que una interferencia dirigida podría poner en riesgo los vuelos comerciales, especialmente durante el pico de la temporada de viajes de fin de año.

Las tácticas convencionales, como el uso de helicópteros o la colaboración con las fuerzas policiales locales, tampoco lograron capturar a los drones. Los dispositivos parecían operar de manera coordinada y desaparecían rápidamente cuando eran perseguidos por las autoridades, lo que sugiere un alto nivel de planificación y sofisticación por parte de sus operadores.

Primer Caso de Espionaje con Drones: Un Estudiante Chino Bajo Sospecha

Un mes después de estos incidentes, se presentó una pista significativa cuando un estudiante chino de la Universidad de Minnesota fue detenido cerca de la base de Langley. Fengyun Shi, de 26 años, había quedado atrapado en un árbol con su dron mientras intentaba sobrevolar una zona restringida. Shi, que más tarde fue arrestado por el FBI, fue acusado de tomar fotografías ilegales de instalaciones navales clasificadas. Este caso fue el primero en el que un dron estuvo directamente relacionado con un acto de espionaje en suelo estadounidense.

A pesar de los esfuerzos de su abogado para defenderlo como un simple turista que volaba un dron por diversión, Shi se declaró culpable de espionaje el pasado 2 de octubre. Este caso resalta la creciente amenaza de la vigilancia extranjera utilizando drones, y cómo incluso un dispositivo aparentemente inofensivo puede convertirse en una herramienta de espionaje.

Más Incidentes en Nevada: Drones No Identificados Cerca de la Base Edwards

La amenaza de los drones no se ha limitado a Virginia. Funcionarios estadounidenses también han confirmado recientemente la aparición de enjambres similares cerca de la Base Aérea Edwards, en Nevada. Este sitio es conocido por albergar operaciones críticas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y cualquier intento de vigilancia en la zona genera alarmas de seguridad nacional.

A pesar de los esfuerzos por rastrear el origen de estos drones, las autoridades aún no han declarado públicamente quién está detrás de los avistamientos. La complejidad de la operación, con múltiples drones volando en coordinación, sugiere que no se trata de simples aficionados, sino de un esfuerzo altamente organizado, probablemente vinculado a agencias de inteligencia extranjeras.

El Pentágono Frente a un Nuevo Desafío de Seguridad

El creciente número de avistamientos de drones sobre instalaciones militares clave en Estados Unidos subraya un desafío de seguridad emergente para el Pentágono y el Departamento de Defensa. La imposibilidad de derribar estos dispositivos debido a restricciones legales y la falta de soluciones técnicas efectivas para neutralizarlos plantea una vulnerabilidad seria frente a posibles adversarios extranjeros.

Mientras el gobierno y las fuerzas armadas estadounidenses buscan nuevas estrategias para abordar la creciente amenaza de espionaje con drones, los incidentes recientes demuestran la urgencia de modernizar las leyes y las tácticas de defensa. La carrera por asegurar el control del espacio aéreo frente a estas nuevas tecnologías sigue en curso, y los próximos meses podrían ser decisivos para definir el enfoque de Estados Unidos hacia esta creciente amenaza.

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