El misterioso sonido Biotwang ha sido revelado: Científicos con la ayuda de la IA han podido dar con la respuesta del enigmático sonido que llevaba casi 10 años sin explicación
Avances en inteligencia artificial desvelan un enigma acústico de una década en las profundidades de la Fosa de las Marianas.
Durante casi diez años, un enigmático sonido submarino, apodado “biotwang”, ha desafiado a la comunidad científica. Captado por primera vez en 2014 cerca de la Fosa de las Marianas, este extraño sonido, una mezcla de gruñidos bajos y silbidos metálicos, fue tan peculiar que muchos pensaron que era una señal artificial, quizá de origen militar o extraterrestre. Sin embargo, un estudio reciente liderado por la oceanógrafa Ann N. Allen ha resuelto el misterio: las ballenas de Bryde (Balaenoptera edeni) son las responsables de estas vocalizaciones únicas.
Un Misterio Acústico de las Profundidades
Las ballenas de Bryde son cetáceos de tamaño mediano que habitan en aguas cálidas tropicales y subtropicales, y su comportamiento esquivo ha dificultado su estudio durante años. No migran grandes distancias como otras ballenas barbadas, pero sus rutas y hábitos alimenticios seguían siendo un misterio. El descubrimiento del “biotwang” no solo ha revelado un nuevo aspecto de su comportamiento acústico, sino que también ha abierto nuevas vías para entender mejor su ecología.
El sonido fue captado por hidrófonos submarinos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en la región de la Fosa de las Marianas. A través del análisis de miles de horas de grabaciones acústicas y la aplicación de inteligencia artificial, los investigadores lograron identificar el origen del “biotwang”. Este sonido, que puede alcanzar frecuencias de hasta 8000 Hz, destaca entre las vocalizaciones de las ballenas barbadas debido a su complejidad.
La Inteligencia Artificial al Servicio de la Ciencia
El análisis de más de 180.000 horas de grabaciones submarinas habría sido imposible sin la ayuda de la inteligencia artificial. Los científicos colaboraron con Google para desarrollar un sistema innovador apodado el “Shazam de las ballenas”. Este modelo convierte los sonidos en espectrogramas visuales y los compara con patrones preexistentes para identificar las vocalizaciones de las ballenas de Bryde.
Este avance tecnológico no solo ha acelerado el análisis de datos, sino que también ha mejorado la precisión en la identificación de especies marinas. Gracias a esta herramienta, se logró vincular las grabaciones de “biotwang” con avistamientos visuales de ballenas de Bryde en nueve de diez misiones realizadas entre 2018 y 2021 en el Pacífico Norte.
Un Ecosistema Cambiante: La Zona de Transición de Clorofila
Las ballenas de Bryde dependen del Frente de la Clorofila de la Zona de Transición (TZCF), una región donde se encuentran aguas cálidas y frías y se concentra una gran cantidad de plancton, su principal fuente de alimento. Esta zona varía estacionalmente debido a las corrientes oceánicas y fenómenos climáticos como El Niño y La Niña, lo que afecta directamente la disponibilidad de alimento para las ballenas.
Los datos revelan que las ballenas de Bryde adaptan sus rutas migratorias en función de las fluctuaciones de la TZCF. Sin embargo, el cambio climático está desplazando esta zona hacia el norte, obligando a las ballenas a recorrer mayores distancias en busca de alimento. Este esfuerzo adicional podría afectar su capacidad de reproducción y supervivencia, según alerta Ann Allen.
Impacto del Cambio Climático en las Ballenas de Bryde
El calentamiento global está alterando los ecosistemas marinos, y las ballenas de Bryde son especialmente vulnerables. El desplazamiento de las zonas de alimentación y la variabilidad en la productividad marina representan desafíos adicionales para estas ballenas. En años de baja productividad, como consecuencia de fenómenos climáticos extremos, las ballenas podrían enfrentar escasez de alimento, lo que podría tener un impacto devastador en sus poblaciones.
El descubrimiento del origen del “biotwang” no solo resuelve un enigma de una década, sino que también destaca la importancia de la tecnología en la conservación de especies marinas. La inteligencia artificial ha demostrado ser una herramienta poderosa para desentrañar los misterios del océano, permitiendo a los científicos comprender mejor los patrones migratorios y los desafíos ecológicos que enfrentan las ballenas de Bryde.
A medida que el cambio climático continúa transformando los océanos, estudios como este son esenciales para desarrollar estrategias de conservación que protejan a estas criaturas y al delicado equilibrio de los ecosistemas marinos.