La Visión de Ezequiel: Entre Teorías de un encuentro Divino y Fenómeno Extraterrestre

El libro de Ezequiel, en el Antiguo Testamento, contiene una de las narraciones más enigmáticas de la Biblia: la visión de un ser rodeado de fuego, acompañado de criaturas aladas y una estructura móvil descrita como un “carro de Dios”. Este relato, datado alrededor del siglo VI a.C., ha generado debates entre teólogos, historiadores y científicos, quienes intentan descifrar si se trató de una experiencia mística, una alegoría religiosa o incluso un posible avistamiento de tecnología avanzada.

El Relato Bíblico y Sus Implicaciones

ezequiel La Visión de Ezequiel: Entre Teorías de un encuentro Divino y Fenómeno Extraterrestre

En el capítulo 1 de Ezequiel, el profeta describe una aparición celestial compuesta por “cuatro seres vivientes” con múltiples caras y alas, junto a unas ruedas giratorias cubiertas de ojos. La descripción detallada de objetos metálicos, movimientos autónomos y luces resplandecientes ha llevado a algunos investigadores a plantear paralelos con fenómenos aeroespaciales modernos.

El teólogo Joseph Blenkinsopp, en su libro Ezekiel: A New Translation with Introduction and Commentary (Anchor Yale Bible, 1990), sugiere que la visión podría ser una representación simbólica del poder divino en un contexto de exilio babilónico. Sin embargo, otros académicos, como el historiador de religiones Mircea Eliade, ven en el texto un ejemplo arquetípico de experiencias visionarias en culturas antiguas.

La Interpretación Extraterrestre

En 1974, el psiquiatra y escritor Carl Sagan abordó el tema en su obra The Cosmic Connection, proponiendo que las descripciones de Ezequiel podrían corresponder a un encuentro con tecnología desconocida. Sagan, aunque escéptico, no descartó que ciertos relatos religiosos fueran interpretaciones primitivas de eventos científicos avanzados.

Por su parte, el ingeniero aeroespacial Josef F. Blumrich, en The Spaceships of Ezekiel (1974), analizó el texto desde una perspectiva ingenieril, argumentando que las “ruedas dentro de ruedas” podrían ser un intento de describir un vehículo mecánico complejo. Blumrich, quien trabajó en la NASA, diseñó incluso un modelo teórico basado en las descripciones bíblicas.

Críticas y Posturas Tradicionales

La comunidad teológica mayoritaria rechaza estas hipótesis, insistiendo en que el lenguaje de Ezequiel es claramente simbólico. El erudito bíblico Walther Zimmerli, en su comentario Ezekiel 1 (Hermeneia Series, 1979), subraya que el “carro de Dios” representa su movilidad y soberanía, no un artefacto físico.

Mientras tanto, científicos como el astrofísico Neil deGrasse Tyson han señalado que atribuir fenómenos antiguos a visitantes extraterrestres es una forma de “pensamiento mágico” que ignora contextos culturales.

La visión de Ezequiel sigue siendo un rompecabezas multidisciplinario. Para algunos, es una metáfora teológica; para otros, un indicio de contactos ancestrales con civilizaciones avanzadas. Lo innegable es su impacto en la cultura, inspirando desde el arte medieval hasta teorías contemporáneas. Mientras la ciencia explora nuevas explicaciones, el misterio perdura, desafiando los límites entre fe y razón.

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