Cuatro artistas, una noche de pesca y un encuentro con lo desconocido: la historia detrás del famoso caso OVNI de Maine que desafía toda explicación.
En las remotas tierras de Maine, donde los lagos serpentean entre bosques infinitos y las montañas se pierden en el horizonte, ocurrió uno de los casos de abducción extraterrestre más intrigantes y mejor documentados de la historia. El incidente de Allagash, protagonizado por cuatro jóvenes artistas en 1976, sigue siendo hoy un enigma sin resolver, un relato que combina testimonios coherentes, pruebas bajo hipnosis y un vacío temporal inexplicable.
A medio camino entre el mito y la realidad, este evento ha sido analizado por ufólogos, psicólogos y escépticos, sin que ninguno haya logrado ofrecer una explicación definitiva. ¿Qué vieron realmente aquellos hombres en las aguas del lago Eagle? ¿Fue su experiencia un producto de la sugestión colectiva o algo más allá de nuestra comprensión?
La Noche que Cambió Todo
Era agosto de 1976 cuando los gemelos Jack y Jim Weiner, junto a sus amigos Chuck Rak y Charlie Foltz, decidieron emprender un viaje de pesca y camping en el canal Allagash. Todos estudiantes del Massachusetts College of Art, buscaban un escape a la rutina, un retiro en la naturaleza que les permitiera conectar con la tranquilidad del paisaje norteño.
Sin embargo, lo que comenzó como una excursión pacífica se transformó en una pesadilla. Tras una jornada infructuosa de pesca, los cuatro hombres optaron por intentarlo de noche. Encendieron una fogata gigantesca para marcar su regreso y se adentraron en las oscuras aguas del lago Eagle. Fue entonces cuando lo vieron: un orbe luminoso, mucho más brillante que cualquier estrella, flotando sobre los árboles.
El objeto, estimado en 24 metros de diámetro, cambiaba de color: del rojo al verde, luego al amarillo blanquecino. Cuando Charlie Foltz señaló la luz con su linterna en un acto instintivo, el OVNI se dirigió hacia ellos a una velocidad inquietante. Lo que siguió fue un escape frenético hacia la orilla, interrumpido por un haz de luz que los envolvió por completo.
Al recuperar la conciencia, se encontraron de vuelta en la playa, con su fogata reducida a cenizas. Según sus cálculos, al menos dos horas habían desaparecido de sus memorias.
Las Secuelas y los Sueños Recurrentes
Los cuatro hombres intentaron reanudar sus vidas, pero las pesadillas no tardaron en aparecer. Jack Weiner fue el primero en describir sueños recurrentes en los que seres de cabezas alargadas, ojos metálicos sin párpados y dedos delgados lo examinaban. Sus amigos experimentaron visiones similares: fragmentos de una nave estéril, procedimientos médicos invasivos y una comunicación telepática con entidades que no parecían humanas.
En 1988, Jim Weiner asistió a una conferencia sobre ovnis organizada por Raymond Fowler, un investigador de la Mutual UFO Network (MUFON). Intrigado por la consistencia del relato, Fowler sugirió hipnosis regresiva para explorar esos “tiempos perdidos”.
La Hipnosis y los Recuerdos Ocultos
Bajo hipnosis, los cuatro hombres revelaron detalles idénticos: habían sido transportados a bordo de una nave, sometidos a exámenes físicos y manipulados con instrumentos desconocidos. Chuck Rak comparó la escena con una “consulta veterinaria”, mientras que Jim Weiner describió la dificultad para enfocar a los seres, como si su imagen fuera una “radio mal sintonizada”.
Las sesiones, supervisadas por el hipnotista Anthony Constantino, arrojaron relatos tan detallados como perturbadores. Los hombres dibujaron bocetos de los extraterrestres y la nave, coincidiendo en cada aspecto. Además, pasaron pruebas de polígrafo y evaluaciones psiquiátricas que respaldaron su credibilidad.
¿Creer o No Creer?
El caso de Allagash sigue dividiendo opiniones. Para los escépticos, se trata de un ejemplo de falsos recuerdos inducidos por hipnosis. Para los investigadores como Fowler y Constantino, es una de las evidencias más sólidas de abducción extraterrestre, respaldada por múltiples testigos y pruebas psicológicas.
Anthony Constantino, quien hipnotizó a los cuatro hombres, admitió en una entrevista: “Después de trabajar con ellos, tenía miedo. Todavía lo tengo. Creo que es cierto. Los estaban estudiando, como nosotros estudiamos a los animales, y luego los liberaron”.
Cuatro décadas después, el misterio de Allagash persiste. Los protagonistas mantienen su versión, los registros permanecen abiertos y las preguntas siguen sin respuesta. En un mundo donde lo desconocido desafía constantemente los límites de la ciencia, este caso sigue siendo un recordatorio de que, quizás, no estamos solos.
Referencia
Arts & Leisure section of the North Shore Sunday newspaper published in Salem, MA dated September 12, 1993
Ray Fowler, “The Allagash Abductions.”