Documentos del Pentágono confirman el combate Aéreo entre un Sukhoi SU-22 Peruano y un OVNI en La Joya
Testimonios y archivos oficiales de EE. UU., revelados por The Black Vault, detallan el histórico enfrentamiento de 1980 donde un piloto peruano disparó 64 proyectiles contra un objeto volante no identificado.
En un hallazgo que parece extraído de la ciencia ficción, documentos oficiales del Departamento de Defensa de los Estados Unidos confirman uno de los encuentros OVNI más dramáticos y mejor documentados de la historia: el incidente de La Joya en Arequipa, Perú. Los archivos, publicados por el investigador John Greenewald, Jr. de The Black Vault, revelan la perspectiva de la inteligencia estadounidense sobre un evento en el que un avión de combate Sukhoi SU-22 de la Fuerza Aérea Peruana (FAP) se enfrentó sin éxito a un objeto volador no identificado, cuyas maniobras desafían la física convencional.
Los Documentos: Una Perspectiva Oficial desde Washington
Los expedientes, fechados el 3 de junio de 1980 y clasificados como “Informe Informativo”, fueron generados por la Oficina de Agregaduría de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Lima. El informe, distribuido a altos mandos como el Estado Mayor Conjunto, la CIA y la NSA, detalla los avistamientos ocurridos los días 9 y 10 de mayo de ese año. La fuente citada es un “oficial de la Fuerza Aérea del Perú que observó el evento”, descrito como un informante que “ha reportado de forma fiable anteriormente”. El tono frío y burocrático del documento contrasta con la naturaleza extraordinaria de los hechos que describe.
El Enfrentamiento: Obús vs. Tecnología Desconocida
Según la versión contenida en los archivos estadounidenses, el primer avistamiento ocurrió durante las horas de la mañana del 9 de mayo. Un grupo de oficiales en formación en la Base Aérea Mariano Melgar, en La Joya, observó un OVNI de forma redonda suspendido cerca del aeródromo. El mando aéreo peruano no dudó en desplegar un caza Sukhoi SU-22 para interceptarlo. El documento relata que el piloto “interceptó el vehículo y disparó contra él a muy quemarropa, sin causar daños aparentes”. Al intentar un segundo acercamiento, el OVNI “superó al SU-22 en velocidad”. Un segundo avistamiento en la oscuridad, con el objeto ahora iluminado, terminó de manera similar: el vehículo volador volvió a evadir sin esfuerzo al interceptor.
El Relato del Protagonista: Oscar Santa María Huertas
Aunque las fechas en el documento estadounidense presentan una ligera variación, el núcleo del evento coincide con el testimonio público del entonces teniente de la FAP, Oscar Santa María Huertas. En numerosas entrevistas, Santa María ha descrito su misión del 11 de abril de 1980 para interceptar un objeto esférico de aproximadamente 10 metros de diámetro, con una cúpula color crema y una base metálica. Desde su avión, descargó 64 obuses de 30 mm contra el artefacto. “Pensé que el globo se abriría… pero nada sucedió. Parecía como si las grandes balas hubiesen sido absorbidas”, ha declarado. La posterior persecución de 22 minutos incluyó maniobras imposibles por parte del OVNI, que se elevaba y se detenía abruptamente, superando la velocidad y el techo de vuelo del Sukhoi.
El informe del Departamento de Defensa concluye de manera cautelosa: “RO ha escuchado discusión sobre el avistamiento de otras fuentes, aparentemente algún vehículo fue avistado, pero su origen permanece desconocado”. Esta admisión oficial de un evento inexplicable, respaldado por un piloto militar entrenado y múltiples testigos, añade una capa de credibilidad significativa al caso. El incidente de La Joya se destaca no solo por el intento de intercepción armada, sino porque el objeto fue observado visualmente y, sin embargo, no apareció en los radares, una característica común en la fenomenología OVNI.
Estos documentos por parte de los Estados Unidos, facilitada por el trabajo persistente de investigadores independientes como John Greenewald, Jr., transforma el incidente de La Joya de una mera anécdota ufológica a un evento de interés para la seguridad nacional y el estudio científico. El encuentro peruano representa un caso de libro de texto: un objeto con capacidades de vuelo que superan cualquier tecnología conocida, observado por profesionales militares y documentado por una agencia de inteligencia extranjera. Mientras el misterio sobre el origen y la naturaleza del OVNI persiste, el caso peruano permanece como uno de los testimonios más sólidos y desconcertantes en los anales de la ufología mundial.
