Archivos Desclasificados: La Sombra de la CIA en el Enigma OVNI y los Secretos del Tercer Reich

Desde Roswell y la Operación Paperclip hasta el testimonio de Grusch, nuevas evidencias sugieren una historia oculta de tecnología recuperada, pactos con nazis y una agencia de inteligencia creada para guardar el secreto más grande de la humanidad.

En los confines de la historia oficial yace una narrativa alterna, tejida con hilos de testimonios de denunciantes, documentos desclasificados y relatos de insiders. Esta crónica sugiere que el fenómeno de los Objetos Voladores No Identificados (OVNI) no es meramente una cuestión de avistamientos, sino el núcleo de una empresa clandestina de escala global. En el centro de esta trama se encuentra la Agencia Central de Inteligencia (CIA), cuya fundación en 1947, a solo 90 días del incidente de Roswell, no sería una coincidencia, sino la piedra angular de un encubrimiento destinado a manejar la revelación más disruptiva para la humanidad: no estamos solos, y ciertas potencias lo han sabido durante décadas.

Los Cimientos: Roswell, la Ley de Seguridad Nacional y el Nacimiento de un Paradigma Secreto
El verano de 1947 en Roswell, Nuevo México, es más que un punto de inflexión en la cultura popular; es, según esta línea de investigación, el catalizador que reconfiguró el aparato de seguridad nacional estadounidense. La secuencia de eventos es reveladora: tras el supuesto accidente, se promulgó la Ley de Seguridad Nacional, que no solo creó la CIA y separó la Fuerza Aérea del Ejército, sino que estableció la arquitectura legal para clasificar información de interés vital. Para teóricos e investigadores como Tom DeLonge, fundador de To The Stars Academy, estos no fueron actos aislados, sino “mecanismos para comenzar a aprender más y hacer despegar la industria privada” en un esfuerzo por comprender y replicar tecnología de origen no terrestre.

El Factor Nazi: Paperclip, Kammler y la Tecnología de lo Imposible

La Segunda Guerra Mundial no concluyó con una simple rendición; según evidencias emergentes, culminó con una fuga masiva de cerebros y tecnología bajo la Operación Paperclip. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a que este programa tuvo un nivel más profundo y oscuro. Historiadores como Dean Reuter y testimonios de hijos de exagentes de la OSS, como John y Douglas Richardson, afirman que el general de las SS Hans Kammler, arquitecto de las armas secretas nazis y presunto suicida, en realidad negoció su libertad con Estados Unidos a cambio de su expertise y la tecnología bajo su mando, incluyendo el misterioso artefacto conocido como “Die Glocke” (La Campana).

Este dispositivo, descrito en los escritos del investigador Igor Witkowski, habría sido un motor de propulsión antigravedad que obsesionó a comandos como Otto Skorzeny. La infiltración de estos científicos y sus proyectos no solo aceleró la carrera espacial—llevando a figuras como Wernher von Braun a la NASA—, sino que, según esta teoría, proporcionó a Estados Unidos la base tecnológica para iniciar su propio programa de inversión en ingeniería aeroespacial radical, posiblemente explicando avistamientos de aeronaves triangulares como el supuesto TR-3B Astra.

El Denunciante: David Grusch y la Recuperación de Artefactos en la Italia Fascista

La credibilidad de esta narrativa dio un salto cualitativo en 2023 con el testimonio bajo juramento de David Grusch, un exalto funcionario de la inteligencia estadounidense. Grusch no solo corroboró la existencia de un programa de recuperación de vehículos de origen no humano, sino que detalló un incidente específico: la caída de un OVNI con forma de campana en Magenta, Italia, en 1933. Según su declaración, el artefacto fue custodiado por el régimen de Mussolini hasta que, en 1944-45, la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), precursora de la CIA, lo recuperó con la intermediación del Vaticano. Esta revelación sitúa al fenómeno no como un asunto puramente estadounidense, sino como un secreto transnacional custodiado por una élite global.

La Trama Kennedy: Un Presidente en la Mira del Estado Profundo

El asesinato de John F. Kennedy en 1963 es otro nudo en esta red. La teoría postula que Kennedy, habiendo descubierto la verdadera naturaleza del programa OVNI y los peligrosos pactos con exnazis, intentó retomar el control. Su memorándum de 1961 al director de la CIA, Allen Dulles, solicitando una revisión de las operaciones del “MJ-12” relacionadas con la guerra psicológica, es citado como prueba de su interés. Su decisión de destituir a Dulles tras el fiasco de Bahía de Cochinos, y su supuesto veto a una operación encubierta de la CIA que involucraba a Otto Skorzeny para secuestrar a Fidel Castro, lo habrían convertido en un blanco. La posterior implicación de figuras de la CIA como Cord Meyer, Bill Harvey y James Angleton en supuestas conspiraciones de asesinato, según las confesiones del exagente E. Howard Hunt, sugiere que Kennedy fue eliminado por un “Estado profundo” empeñado en proteger su secreto más valioso.

La Sombra que Persiste

Las piezas de este rompecabezas—desde los archivos de la OSS y la Organización Gehlen hasta los testimonios de Grusch y las pesquisas de periodistas de investigación—dibujan un panorama inquietante. La CIA, lejos de ser solo una agencia de inteligencia, podría ser el guardián de una verdad que redefine nuestro lugar en el cosmos: la existencia de inteligencias no humanas y la posesión de tecnología que desafía las leyes de la física. Mientras el gobierno de EE. UU. avanza lentamente hacia una mayor transparencia con las audiencias del Congreso sobre Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP), la pregunta persiste: ¿estamos presenciando el lento despertar de una revelación controlada, o las sombras del pasado, forjadas en los días de Roswell y Paperclip, seguirán ocultando la verdad por décadas más? El enigma de la CIA y los OVNIs sigue siendo el secreto mejor guardado del siglo XX, y su legado continúa moldeando el siglo XXI.

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: