Archivos desclasificado: El informe CIA del aterrizaje OVNI en Alemania en 1952
El testimonio jurado de un exalcalde alemán y el hallazgo de una misteriosa huella en la tierra alimentan uno de los expedientes más sólidos de la Guerra Fría.
En los archivos desclasificados de la CIA yace un dossier que parece extraído de la ciencia ficción, pero que está rubricado con la solemnidad de un informe de inteligencia. El documento N.° 00-4-23682, fechado el 23 de agosto de 1952, detalla una investigación iniciada por oficiales de Berlín Occidental basada en el relato bajo juramento de Oscar Linke, un exalcalde alemán. Su historia, respaldada por su hija de 11 años, describe un encuentro cercano con un objeto volante no identificado y sus ocupantes en un claro boscoso de la zona de ocupación soviética, un testimonio que incluye un detalle físico crucial que lo distingue de la mera especulación.

El Incidente: Una Avería y un Descubrimiento Inesperado
Según el informe, cuya fuente original fue el periódico griego I Kathimerini, Oscar Linke se dirigía a su casa en motocicleta con su hija Gabriella una noche de julio de 1952, cerca del pueblo de Hasselbach. Una llanta pinchada les obligó a continuar a pie. Fue durante este trayecto cuando la joven Gabriella alertó a su padre sobre una silueta inusual a unos 140 metros de distancia. En la penumbra del crepúsculo, Linke creyó distinguir a un ciervo, pero al aproximarse, la realidad se reveló de una manera mucho más insólita.

Una “Sartén Voladora” y Figuras Metálicas
Al acortar la distancia, Linke discernió que lo que había tomado por un animal eran, en realidad, dos individuos de aspecto humanoide, vestidos con lo que describió como “ropa metálica brillante”. Agachados, parecían inspeccionar algo en el suelo. Con cautela, Linke se aproximó hasta unos 10 metros, oculto tras una pequeña cerca. Fue entonces cuando pudo observar el objeto principal: una estructura de entre 13 y 15 metros de diámetro, con una forma que comparó con una “enorme sartén”. En su periferia, destacaban dos filas de agujeros de unos 30 centímetros, y en su parte superior se erguía una torre cónica de color negro y aproximadamente tres metros de altura.

La Huida y la Secuencia de Despegue
La situación dio un vuelco cuando Gabriella, que se había quedado atrás, llamó a su padre. Las figuras, alertadas por la voz, se lanzaron inmediatamente hacia la torre cónica y desaparecieron en el interior del artefacto. Inmediatamente después, los orificios del objeto comenzaron a emitir una luz que cambió del verde al rojo, acompañada de un zumbido progresivo. La torre cónica comenzó a retraerse hacia el centro del platillo, mientras este, según el testimonio, iniciaba un lento ascenso girando como una peonza. Linke relató que el objeto parecía sostenerse sobre un cilindro que surgió del suelo. Rodeado por un anillo de llamas, el artefacto se elevó, incrementó su velocidad de forma drástica y emitió un silbido agudo similar al de una bomba cayendo, antes de desaparecer en dirección a Stockheim.

Corroboración y la Evidencia Física
El relato de los Linke no quedó en el aislamiento. El informe de la CIA recoge que otros residentes de la zona informaron haber visto lo que creyeron era un “cometa” desplazándose a baja altura esa misma noche, lo que otorga un grado de corroboración independiente al suceso. Sin embargo, el elemento más convincente fue aportado por el propio Oscar Linke. Una vez el objeto hubo partido, se acercó al lugar del aterrizaje y descubrió, impresa en la tierra, una abertura circular de reciente excavación cuya forma coincidía exactamente con la base de la torre cónica. “Entonces me convencí de que no estaba soñando”, declaró ante el juez.
Entre el Miedo y el Secreto Militar
El informe, marcado como “información no evaluada”, se cierra sin una conclusión definitiva de la CIA. No obstante, la declaración jurada y la huella física documentada convierten el caso Linke en uno de los más intrigantes del período de posguerra. El propio testigo aportó una perspectiva terrenal a su experiencia: nunca había oído el término “platillo volante” y su primera impresión fue que se trataba de una nueva y secreta máquina militar soviética. Su miedo, confesó, no provenía de seres extraterrestres, sino de la posibilidad de haber descubierto un proyecto clasificado del Bloque del Este, cuyas consecuencias para un testigo involuntario podían ser graves. Este documento no solo alimenta el misterio OVNI, sino que lo sitúa firmemente en el contexto de paranoia y secretismo tecnológico que definió la Guerra Fría.
Documentos ‘FLYING SAUCERS’ IN EAST GERMANY
