Asteroide 2024 YR4: Una amenaza latente para la luna dispara la alerta en las agencias espaciales, podría aumentar la posibilidad de colisión de 4 a un 30 porciento

Observaciones Críticas del Telescopio James Webb en 2026 Podrían Elevar el Riesgo de Impacto Lunar al 30%, Cuestionando la Necesidad de una Misión de Deflexión.

La comunidad astronómica internacional se enfrenta a un dilema de proporciones cósmicas. El asteroide 2024 YR4, un visitante celeste descubierto a finales del año pasado, ha situado a la Luna en su punto de mira para una potencial colisión en 2032. Si bien el riesgo para la Tierra se ha descartado, la probabilidad de un impacto lunar, actualmente estimada en un 4%, es la más alta jamás registrada para un objeto de este tipo. Esta incertidumbre ha encendido los debates sobre la necesidad y la viabilidad de una misión para desviarlo, una decisión que depende de datos cruciales que solo el Telescopio Espacial James Webb (JWST) podrá obtener en una breve y compleja ventana de observación en febrero de 2026.

Una Amenaza en Evolución

Tras su descubrimiento, el 2024 YR4 fue clasificado inmediatamente como el asteroide con mayor probabilidad de impactar contra la Tierra, con una chance de 1 entre 32. Observaciones posteriores afortunadamente descartaron este escenario apocalíptico. Sin embargo, la trayectoria recalculada reveló un nuevo peligro: un 4% de probabilidad de que impacte contra la Luna. Aunque la Luna carece de población, una colisión a alta velocidad generaría una nube de escombros lunares que se proyectaría al espacio, representando una amenaza significativa para la creciente flota de satélites en órbita terrestre y para cualquier infraestructura futura, como estaciones espaciales o bases lunares, según menciona newscientist.

El principal obstáculo para los científicos ha sido la incapacidad de realizar más observaciones. El asteroide ha salido del campo de visión de los telescopios terrestres y no volverá a ser visible hasta 2028, una fecha que, para muchos expertos, sería demasiado tardía para planificar y lanzar una misión de deflexión con garantías. No obstante, una oportunidad única se presenta en febrero de 2026. Gracias a su privilegiada posición en el espacio, el JWST podrá captar una breve y tenue imagen del 2024 YR4 durante dos estrechas ventanas los días 18 y 26 de ese mes.

Andrew Rivkin, investigador de la Universidad Johns Hopkins, subraya la importancia de esta observación: “Para 2028, estaríamos ajustando los tiempos al máximo. Tener la oportunidad a principios de 2026 nos da un margen de tiempo extra vital”. La observación, sin embargo, será un desafío técnico, ya que el asteroide se presentará extremadamente débil incluso para los sensibles detectores del JWST.

El Dilema de la Defensa Planetaria Lunar

Los cálculos realizados por el equipo de Rivkin plantean un futuro incierto. Existe un 80% de probabilidad de que, tras las observaciones del JWST, el riesgo de impacto lunar descienda por debajo del 1%, descartando virtualmente la amenaza. Sin embargo, también hay un 5% de probabilidad de que los nuevos datos eleven el riesgo a más del 30%, un escenario que forzaría una acción inmediata.

Esta posibilidad abre un debate sin precedentes: ¿debe la defensa planetaria extenderse para proteger a la Luna? Rivkin señala que no existe un consenso al respecto: “Es una pregunta totalmente nueva y diferentes agencias podrían tener respuestas distintas. Si una empresa posee una gran cantidad de satélites, podría estar motivada para presionar en una dirección”. Por ahora, la Agencia Espacial Europea (ESA) no tiene misiones de deflexión o reconocimiento presupuestadas para este año. Richard Moissl, de la ESA, confirmó que la estrategia actual es esperar a los resultados del JWST en 2026 antes de considerar cualquier opción.

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