Joe Rogan analiza el “Ridículo” como mecanismo de control en la cuestionada desclasificación UAP
El popular podcaster vincula el fenómeno con la inteligencia artificial y figuras como Elon Musk, mientras la comunidad UAP debate sus comentarios entre el escepticismo y la validación.
En el intricado y a menudo polarizado ecosistema de la divulgación de Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP), la voz de Joe Rogan resuena con una influencia singular. Su reciente análisis, que enmarca el “ridículo” como un guardián histórico que silencia a potenciales informantes, ha añadido una nueva capa al debate público. Rogan conecta los puntos entre testimonios de alto secreto, el avance imparable de la inteligencia artificial y figuras públicas como Elon Musk, planteando un panorama donde la verdad podría estar atrapada entre una campaña de desprestigio sistémica y la propia incredulidad humana.
El Ridículo: El Guardián Invisible de los Secretos
Durante una extensa discusión, Rogan destacó cómo el estigma ha operado como un mecanismo de control efectivo durante décadas. “El tema siempre ha sido muy ridiculizado… podrías arruinar tu carrera si dijeras que eres periodista o autor legítimo”, señaló. Este ambiente, argumenta, crea una “espada y la pared” para figuras como David Grusch, cuyo testimonio bajo juramento ante el Congreso comparó con “llevar una cerilla a través de un polvorín”. Rogan enfatizó que, a menudo, son individuos con autorizaciones de seguridad de máximo nivel quienes cargan con este estigma, sintiendo inmediatamente “ese olor a chiflado” que la sociedad asigna al tema.
Validación por Asociación: El Papel Ambiguo de Elon Musk
En un intento por anclar la discusión en un terreno más “realista”, Rogan recurrió repetidamente a la figura de Elon Musk. Sin embargo, esta táctica generó escepticismo inmediato, particularmente en foros especializados como Reddit. Usuarios en r/UFOs cuestionaron la lógica: si Musk tuviera acceso a tecnología exótica, ¿por qué SpaceX invertiría en cohetes “primitivos”? Para Rogan, más que una fuente de información, Musk representa un “criterio cósmico” de inteligencia e innovación tecnológica. Su mención sirve como puente retórico para hablar de los “diferentes niveles” de acceso al conocimiento y la complejidad de ingeniería inversa que podría implicar tecnología no humana.
IA y la Carrera por la Comprensión: Un “Proyecto Manhattan con Esteroides”
El podcast profundizó en la teoría de que la inteligencia artificial avanzada podría ser la clave para descifrar supuesta tecnología UAP recuperada. Rogan vinculó los esfuerzos de Musk con Grok y SpaceX a esta narrativa, sugiriendo que la rápida innovación en IA podría ser lo que finalmente permita a la humanidad replicar o comprender artefactos anómalos. Citando la analogía del ex funcionario del Pentágono Jay Stratton sobre un “Proyecto Manhattan con esteroides”, Rogan pintó un escenario donde la actual carrera armamentística en IA entre Estados Unidos y China podría tener una dimensión oculta aún más trascendental.
Reacciones Divididas y la Búsqueda de un “Dios Digital”
La recepción a los comentarios de Rogan fue mixta. Mientras algunos agradecieron su apertura a “ponerse raro” y explorar posibilidades sin prejuicios, otros, como usuarios en la plataforma X, mostraron un cinismo absoluto, afirmando que Rogan “probablemente no sabe nada sobre ovnis, como el 99,999% de nosotros”. El podcaster llevó la especulación a un territorio filosófico, sugiriendo que la curiosidad humana y el deseo insaciable de innovación podrían, en un escenario extremo, estar conectados con la formación de una inteligencia superior o un “Dios digital” a través de la computación cuántica y la IA.
Un Paso Cauteloso en un Campo Minado
Joe Rogan, con su audiencia masiva, ha logrado insertar en el mainstream una discusión crítica sobre los obstáculos sociológicos de la desclasificación OVNI: el ridículo como arma. Sin embargo, las reacciones divididas demuestran que, en una comunidad hastiada de décadas de promesas y desinformación, la validación por asociación con celebridades tecnológicas no es suficiente. El camino hacia una posible revelación, como lo indica el escepticismo tanto de entusiastas como de agnósticos, parece requerir menos alusiones retóricas y más evidencias concretas. En este polvorín informativo, cada cerilla, incluso la de un podcaster influyente, ilumina tanto las sombras de la desconfianza como los destellos de una curiosidad que se niega a extinguirse.