Agregar luz blanca a los semáforos ayudará a acelerar el tráfico y ahorrar combustible
Los semáforos tradicionales, que incluyen luces rojas, amarillas y verdes, son ideales para el flujo de tráfico sin vehículos autónomos. Dado que el número de vehículos no tripulados crece cada día, el diseño habitual de los semáforos puede sufrir algunos cambios. Los científicos de la Universidad de Carolina del Norte sugieren agregarles luz blanca adicional; esto ayudará a optimizar el tráfico y lograr un ahorro significativo de combustible.
La esencia de la propuesta se basa en el hecho de que, al acercarse a la intersección, los automóviles autónomos comienzan a interactuar activamente entre sí. Esto les permite “saber de antemano” en qué secuencia pasará cada vehículo por la intersección. Se necesitará luz blanca para informar a los conductores de automóviles “normales” que el orden de tránsito en la intersección de carreteras está determinado por automóviles “inteligentes”, y no por semáforos.
Puede surgir la pregunta sobre cómo los conductores de automóviles que no están equipados con sistemas no tripulados pueden conducir a través de tales intersecciones. Para hacer esto, se propone usar una regla simple: si el automóvil de enfrente pasa la intersección, puede seguirlo sin temor a tener un accidente. También se propone cambiar al modo estándar de funcionamiento de los semáforos si los camiones predominan entre los vehículos que se han acumulado frente a la intersección.
La simulación por ordenador realizada indica la eficacia de esta idea. La introducción de la luz blanca (o cualquier otra) reduce en algunos casos los retrasos en el tráfico en más de un 90%. Además, el consumo de combustible se reduce debido a la ausencia de la necesidad de permanecer mucho tiempo en los atascos de tráfico. La innovación propuesta sigue siendo efectiva incluso si el número de vehículos no tripulados en la intersección no supera el 10 %.