Altos funcionarios de EE.UU. presionan por transparencia en el fenómeno OVNI: ¿Qué oculta el Pentágono?”
Veteranos periodísticos y figuras políticas exigen revelar archivos clasificados tras nuevas declaraciones sobre inteligencia no humana y tecnología extraterrestre.
El fenómeno OVNI ha resurgido en el debate público tras las recientes declaraciones de Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., quien evitó confirmar o negar la existencia de vida extraterrestre, pero admitió que “la búsqueda de la verdad continúa”. Sus palabras, sumadas a testimonios de exfuncionarios y periodistas de investigación, han reavivado la demanda de transparencia gubernamental. Ross Coulthart, veterano reportero, asegura que un “gran número” de autoridades, incluido el vicepresidente JD Vance, están “intrigados” por evidencias de tecnología no humana en poder del gobierno.
El secreto detrás de los UAPs: ¿Por qué persiste el hermetismo?
Durante una entrevista en el podcast The Miranda Devine Show, Gabbard se limitó a afirmar que su rol le impide divulgar información sensible, aunque reconoció tener “opiniones personales” sobre el tema. Este lenguaje ambiguo refleja una política de décadas: la negativa oficial a reconocer investigaciones sobre objetos voladores no identificados (UAP, por sus siglas en inglés), pese a informes desclasificados y filtraciones.
Coulthart, autor del libro “In Plain Sight”, insiste en que el Pentágono “miente descaradamente” al negar posesión de artefactos extraterrestres. Citó el testimonio de David Grusch, exoficial de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), quien en 2023 reveló ante el Congreso programas secretos de ingeniería inversa aplicada a naves de origen no humano. “El gobierno teme que sus adversarios accedan a esta tecnología primero”, explicó Coulthart a Sky News Australia.
La comunidad de inteligencia y figuras clave en la controversia
Entre los nombres sorprendentes vinculados al tema está Elon Musk. Según Coulthart, el magnate recibió información clasificada debido a sus contratos con el Departamento de Defensa, aunque Musk ha desestimado públicamente las teorías alienígenas. “No hay evidencia”, tuiteó en 2021. No obstante, Coulthart sostiene que la magnitud de las filtraciones es inédita: desde Kash Patel (exdirector del FBI) hasta John Ratcliffe (expdirector de la CIA), múltiples figuras han prometido apertura, aunque sin resultados concretos.
Incluso en círculos políticos, el interés crece. Don Trump Jr., hijo del expresidente Donald Trump, admitió en una entrevista su fascinación por los UAPs y sugirió que su padre compartía ese interés. “Hay un ahí ahí”, afirmó Coulthart, destacando que Australia y otros aliados de EE.UU. ignoran la gravedad de estas revelaciones.
¿Hacia una revelación histórica?
El llamado a la transparencia ya no proviene solo de ufólogos, sino de funcionarios en activo y periodistas de renombre. La combinación de testimonios bajo juramento, documentos filtrados y el interés de figuras como Vance o Gabbard sugiere un cambio de paradigma. Sin embargo, el secretismo persiste, alimentando teorías sobre tecnologías revolucionarias y posibles riesgos geopolíticos. Mientras el Congreso debate nuevas audiencias, la pregunta sigue en el aire: ¿Está EE.UU. preparado para admitir que no estamos solos?