Arqueólogos Desentierran un Templo de 5.000 Años en Irak: Un Hallazgo que Reescribe los Orígenes de la Urbanización

El descubrimiento en Kani Shaie, a 300 millas de Uruk, revela una estructura monumental de culto y desafía la visión de las periferias en el período de las primeras ciudades-estado.

En las estribaciones de los montes Zagros, en el norte de Irak, un equipo de arqueólogos ha realizado un descubrimiento que promete alterar profundamente la comprensión de los albores de la civilización urbana. Los restos de un edificio monumental, datado entre el 3300 y el 3100 a.C., han emergido en el yacimiento de Kani Shaie, revelando lo que los expertos interpretan como un “espacio de culto” o templo. Este hallazgo no solo ilumina las prácticas religiosas de la época, sino que redefine la influencia e interconexión de la cultura Uruk, considerada la cuna de las primeras ciudades del mundo.

Una Estructura Monumental en Tierras Lejanas

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La excavación, llevada a cabo en septiembre en la gobernación de Sulaymaniyah, sacó a la luz una estructura de carácter público o ceremonial ubicada en la cima de un montículo. Su arquitectura, notablemente elaborada para la época, sugiere una función que trascendía lo meramente doméstico o administrativo. Los investigadores destacan que, de confirmarse plenamente su naturaleza monumental, este edificio transformaría la percepción que se tiene de la relación entre el núcleo central de Uruk y las regiones que se consideraban periféricas. Kani Shaie, situado a casi 480 kilómetros (15 días a pie) de la metrópoli sureña, demuestra haber sido un enclave de importancia, integrado en una extensa red cultural y política mesopotámica.

Los Detalles que Delatan un Espacio Sagrado

La hipótesis de que se trataba de un espacio de culto se ve robustecida por el hallazgo de unos distintivos “conos murales”. Estos ornamentos, fabricados en arcilla cocida o piedra, se incrustaban en el yeso fresco de las paredes con sus puntas, dejando visible su base plana, la cual era pintada con vivos colores. El efecto resultante era un elaborado mosaico de patrones geométricos —triángulos y zigzags— que confería al interior una riqueza visual y simbólica reservada para edificios de gran relevancia comunal. Estos conos son un sello distintivo de la arquitectura pública y ceremonial del período Uruk, confirmando que el edificio era un lugar central para la vida ritual y social del asentamiento.

Kani Shaie: Un Cruce de Civilizaciones en el Tigris

El yacimiento de Kani Shaie no es un descubrimiento aislado. Las campañas arqueológicas realizadas desde 2013 han evidenciado una secuencia ocupacional continua desde el Calcolítico (Edad del Cobre, alrededor del 6500 a.C.). Esta larga historia lo posiciona como el sitio más importante al este del río Tigris para comprender la evolución humana durante milenios. El reciente hallazgo del templo del período Uruk encaja en este puzzle histórico, demostrando que la región no era un simple apéndice remoto, sino un nodo activo dentro del dinamismo cultural mesopotámico.

El Legado de Uruk y su Influencia Expansiva

La importancia de este descubrimiento se magnifica al considerar el legado de Uruk. Esta ciudad, ubicada en el sur de Mesopotamia (la actual Warka), es frecuentemente citada como la primera gran urbe de la historia, con una población que pudo alcanzar los 80.000 habitantes. A sus habitantes se les atribuyen invenciones fundamentales para el progreso humano: el sistema de escritura cuneiforme, los primeros números escritos para la contabilidad y un estilo arquitectónico precursor del zigurat. El hecho de que su influencia, simbolizada por este templo recién descubierto, se extendiera hasta las lejanas tierras del norte, sugiere que el fenómeno urbano fue un entramado complejo y expansivo desde su mismo nacimiento.

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