Astrónomos descubren el origen inesperada de una ráfaga de radio rápida proveniente de una galaxia antigua y sin actividad estelar, desafiando las teorías actuales sobre estos fenómenos. ¿Civilización avanzada?

En un descubrimiento que ha dejado perplejos a los astrónomos, una ráfaga de radio rápida (FRB, por sus siglas en inglés) ha sido detectada proveniente de una galaxia que, según todas las expectativas, debería estar “muerta”. Este hallazgo, publicado recientemente en ScienceNews, desafía las teorías actuales sobre el origen de estas misteriosas señales cósmicas y abre nuevas preguntas sobre la naturaleza de las galaxias y los fenómenos que ocurren en los confines del universo.

¿Qué son las Ráfagas de Radio Rápidas (FRB)?

Las ráfagas de radio rápidas son destellos extremadamente intensos de ondas de radio que duran desde milisegundos hasta unos pocos minutos. Aunque son breves, liberan una cantidad de energía equivalente a lo que el Sol produce en décadas. Desde su descubrimiento en 2007, miles de FRB han sido detectadas bombardeando la Tierra, pero solo alrededor de 100 han sido rastreadas hasta sus fuentes de origen. Estas fuentes suelen estar asociadas con regiones de formación estelar activa, como galaxias jóvenes con estrellas en pleno desarrollo.

Sin embargo, la reciente detección de una FRB proveniente de una galaxia antigua y sin actividad estelar ha sacudido los cimientos de lo que se creía saber sobre estos fenómenos. “Viene de una galaxia muerta”, afirma Vishwangi Shah, coautor de la investigación, en una declaración que ha capturado la atención de la comunidad científica.

El Enigma de la Galaxia Muerta

La galaxia en cuestión tiene aproximadamente 11 mil millones de años, lo que la sitúa en una época relativamente temprana en la historia del universo, unos 2.000 millones de años después del Big Bang. Lo peculiar de esta galaxia es que no muestra signos de actividad estelar, lo que significa que no está formando nuevas estrellas ni alberga objetos interestelares jóvenes, como magnetares o sistemas binarios de estrellas, que son las fuentes típicas de las FRB.

Este descubrimiento fue posible gracias al telescopio CHIME (Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment) en Canadá, que detectó 22 ráfagas de radio rápidas entre febrero y julio de 2024. Seis de estas ráfagas fueron confirmadas por un telescopio auxiliar, lo que validó la autenticidad de las observaciones. Los astrónomos rastrearon la señal hasta esta galaxia antigua, un hallazgo que ha sido descrito como “realmente peculiar” por los investigadores.

¿Qué Significa Este Descubrimiento?

Hasta ahora, se creía que las FRB provenían de magnetares (estrellas de neutrones con campos magnéticos extremadamente fuertes) o de sistemas binarios compuestos por enanas blancas y enanas rojas. Sin embargo, este nuevo hallazgo sugiere que las FRB podrían tener orígenes más diversos y complejos de lo que se pensaba.

Los científicos han solicitado observaciones adicionales con el telescopio espacial James Webb para confirmar si la ráfaga proviene efectivamente de esta galaxia muerta o si podría haber algún error en los cálculos realizados desde los telescopios terrestres. Si se confirma, este descubrimiento podría obligar a los astrónomos a reconsiderar sus teorías sobre la formación y evolución de las galaxias, así como sobre los mecanismos que producen las ráfagas de radio rápidas.

El universo nunca deja de sorprendernos. La detección de una ráfaga de radio rápida proveniente de una galaxia muerta no solo desafía nuestras comprensiones actuales, sino que también abre nuevas vías de investigación en astrofísica. Este descubrimiento nos recuerda que, a pesar de los avances tecnológicos y científicos, todavía hay mucho que no sabemos sobre el cosmos. Las FRB continúan siendo uno de los mayores enigmas de la astronomía moderna, y cada nuevo hallazgo nos acerca un poco más a desentrañar sus misterios.

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: