¿Ataque de Chupacabras en Guairá? Ganaderos de Villarrica reportan pérdidas de vacas mutiladas en extrañas circunstancias
En las últimas semanas, productores ganaderos de las compañías Cerro Polilla y Tororõ, en el Departamento de Guairá, han reportado una serie de ataques inexplicables a su ganado. Los animales aparecieron mutilados, sin ojos, lengua y en algunos casos con agujeros profundos en sus cuerpos. Los hechos, atribuidos por los lugareños a entidades sobrenaturales como el “Chupacabras” o “Pyta Jovái”, han generado preocupación y desconcierto entre los afectados, quienes buscan protección divina y medidas preventivas para evitar más pérdidas.
Los Ataques y sus Víctimas
Cristian Ríos, un ganadero de 45 años, relató que una de sus vacas desapareció durante varios días antes de ser encontrada muerta, con signos de mutilación. Lo más inquietante fue que aves y perros se negaron a consumir los restos, algo que los residentes consideran una señal anormal. En la misma zona, otros cuatro bovinos murieron en marzo bajo circunstancias similares, incluyendo una vaquilla que perdió las orejas y falleció días después, según señala el diario Extra.
Los métodos de ataque no coinciden con los de depredadores comunes, y las autoridades descartaron robos o abigeato, ya que los animales murieron dentro de los terrenos de sus dueños. La falta de sangre y las heridas precisas han alimentado teorías sobre intervenciones no humanas.
Creencia y Medidas de Protección
Ante la falta de respuestas oficiales, los ganaderos han recurrido a creencias tradicionales. Ríos mencionó que buscará la ayuda de un sacerdote para bendecir su propiedad y utilizar “pindo karai” (hojas de palma bendita) como protección espiritual. Además, instalará cámaras solares en un intento por capturar evidencia del presunto responsable.
Mientras tanto, las especulaciones continúan. Algunos atribuyen los sucesos a leyendas locales, mientras que otros temen la presencia de un depredador desconocido. Las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial, dejando a la comunidad en un estado de incertidumbre.
Los extraños ataques en Guairá han reavivado el miedo a lo sobrenatural entre los pobladores rurales. Sin una explicación científica o policial, los ganaderos se ven obligados a combinar fe y tecnología para proteger sus medios de vida. El caso sigue abierto, y mientras tanto, la leyenda del Chupacabras cobra fuerza en el imaginario colectivo.