Audiencia histórica en el congreso de EE.UU. revela video inédito de un misil frente a Yemen y acusa un programa decreto de encubrimiento OVNI
Legisladores y testigos exigen “máxima transparencia” al Pentágono tras el testimonio de militares y expertos sobre fenómenos aéreos no identificados (UAP) y presuntas tácticas de intimidación a denunciantes.
En una audiencia sin precedentes celebrada este martes 30 de octubre de 2024, el Subcomité de Supervisión de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos confrontó abiertamente uno de los temas más opacos del gobierno: los fenómenos aéreos no identificados (UAP). Impulsada por la congresista Anna Paulina Luna (R-FL), la sesión tuvo un objetivo claro: exigir rendición de cuentas y transparencia absoluta al Departamento de Defensa y a las agencias de inteligencia, presentando para ello testimonios explosivos y evidencias visuales nunca antes divulgadas al público.
El Impacto Visual: Un Misil que Falla su Blanco
El momento más impactante de la jornada llegó con la revelación de un video clasificado, mostrado públicamente por primera vez gracias a la gestión del representante Eric Burlison. La secuencia, fechada en 2023 frente a las costas de Yemen, muestra un dron no tripulado MQ-9 Reaper del ejército estadounidense rastreando un objeto esférico o “orbe” metálico. Tras recibir luz verde para el ataque, el dron dispara un misil AGM-114 Hellfire. Sin embargo, el proyectil resulta completamente ineficaz, fallando su objetivo de una manera que, según los testigos, desafía las explicaciones convencionales. La audiencia quedó sumida en un silencio elocuente, confrontada con una evidencia tangible que sugiere capacidades tecnológicas desconocidas.
Nuevo video de lo que es un supuesto UAP siendo impactado por un misil Hellfire, video presentado en la audiencia UAP de hoy ¿Que opinan?#ufo #uap #OVNI pic.twitter.com/yhRShzimkT
— Mario Silva (@MisterioDescono) September 9, 2025
Testimonios de Primera Mano: Tecnología, Intimidación y Secretismo
La audiencia contó con el testimonio de cinco testigos clave, entre ellos veteranos militares y periodistas de investigación de larga trayectoria. El veterano de la Fuerza Aérea Dylan Borland relató en primera persona el avistamiento de un “triángulo equilátero de 100 pies” silencioso que ascendió a la altura de un avión comercial en segundos sobre la Base Langley, un evento para el que no existe explicación oficial.
Por su parte, el periodista investigador George Knapp aportó una de las acusaciones más graves. Testificó bajo juramento que la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO), la entidad oficial del Pentágono para investigar UAP, operó no como un esfuerzo de investigación científica, sino como una “operación de contrainteligencia” diseñada activamente para desacreditar a los denunciantes y ocultar información. Knapp nombró directamente a altos ejecutivos de la defensa, como el ex vicepresidente de Lockheed Martin, James Ryder, y al ex director de Ciencia y Tecnología de la CIA, Glenn Gaffney, como presuntos “guardianes” de programas de acceso especial relacionados con UAP.
La Acusación de un Encubrimiento Sistémico
La congresista Luna, firme en su postura, señaló que se le ha presentado al Congreso “evidencia que apunta a tecnologías que, según nuestro conocimiento, superan nuestras capacidades actuales”. La legisladora anunció que está considerando emitir una citación compulsoria a Sean Kirkpatrick, ex director de AARO, para que rinda cuentas sobre las operaciones de la oficina bajo su mandato.
El testimonio de Knapp también detalló el intento del empresario Robert Bigelow, a través de su compañía Bigelow Aerospace Advanced Space Studies (BAASS), de adquirir material físico de presuntos accidentes de UAP en poder de Lockheed Martin. Según Knapp, se llegó a un acuerdo para transferir “una cantidad de material inusual” que había sido guardado en una instalación en California, material del que se afirmó: “Ese material no se fabricó aquí”.
Fuera del hemiciclo, figuras clave como el ex funcionario de inteligencia Lue Elizondo respaldaron las acusaciones, afirmando que la audiencia estaba sacando a la luz las “tácticas de intimidación” que él, David Grusch y muchos otros han enfrentado por parte de agencias gubernamentales.
Un Punto de Inflexión en la Demanda de Transparencia
La audiencia no buscó proveer respuestas definitivas, sino forzar una rendición de cuentas que durante décadas ha sido elusiva. Lejos de la frivolidad con la que a menudo se trata el tema, el tono en el Capitolio fue solemne y de extrema seriedad, enmarcando el fenómeno UAP como una cuestión prioritaria de seguridad nacional, avance científico potencial y, sobre todo, de derecho del público a saber la verdad en una sociedad libre.
La revelación del video del Reaper, combinada con los testimonios sobre presuntas operaciones de encubrimiento y la intimidación a militares, marca un punto de inflexión. El Congreso ha enviado un mensaje contundente: la era del secretismo absoluto sobre los UAP ha terminado. La presión legislativa para desclasificar información y investigar estos programas secretos no ha hecho más que comenzar, prometiendo nuevas y más profundas revelaciones en los próximos meses.