Bola de fuego que explotó sobre Canadá en 2021 se originó en la nube de Oort
El 22 de febrero del año pasado, una bola de fuego atravesó el cielo de Alberta, Canadá. La bola de fuego, que es un meteorito casi brillante como el plano Venus, también fue visible desde la Columbia Británica, Saskatchewan y Montana. La American Meteor Society (AMS) había recibido más de 400 informes y más de 100 videos del objeto brillante en ese momento.
Los científicos han logrado rastrear el origen de una bola de fuego que explotó sobre Canadá en febrero del año pasado. Si bien la Tierra no es ajena a todo tipo de desechos espaciales que caen en su atmósfera a diario, las bolas de fuego generalmente quedan enmascaradas por la luz del día o se producen sobre océanos y regiones deshabitadas.
La bola de fuego de febrero, según los científicos, no es un tipo típico de meteorito. Se cree que el objeto se originó en la Nube de Oort, que está mucho más allá del alcance de la órbita de Plutón. Según la NASA, se cree que el borde interior de la Nube de Oort está entre 2000 y 5000 unidades astronómicas (UA) del sol. Una UA es la distancia entre la Tierra y el sol (alrededor de 93 millones de millas).
Si bien no es inusual que el material de la Nube de Oort sea expulsado y se dirija hacia la dirección de nuestro sistema solar, la bola de fuego de febrero explotó de tal manera que los científicos creen que el objeto estaba hecho de roca y no de amoníaco congelado. el metano y el agua, como suele descubrirse, provienen de la Nube de Oort, también conocida como cometa de período largo.
“Este descubrimiento respalda un modelo completamente diferente de la formación del Sistema Solar, que respalda la idea de que cantidades significativas de material rocoso coexisten con objetos helados dentro de la Nube de Oort”, dice Denis Vida , físico de la Universidad de Western Ontario en Canadá.
“Este resultado no se explica por los modelos de formación del Sistema Solar favorecidos actualmente. Es un cambio de juego completo”.
Se descubrió que el meteoro del año pasado tenía alrededor de 10 centímetros (4 pulgadas) de ancho y pesaba alrededor de 2 kilogramos (4,4 libras), y tenía la misma quemadura y desintegración que es consistente con una bola de fuego rocosa. Sin embargo, su trayectoria coincidió con la órbita de un cometa de período largo, lo que llevó a los investigadores a cuestionar su origen y preguntarse cómo un meteoroide rocoso pudo terminar tan lejos de su hogar original.
“Queremos explicar cómo este meteoroide rocoso terminó tan lejos porque queremos entender nuestros propios orígenes. Cuanto mejor entendamos las condiciones en las que se formó el Sistema Solar, mejor entenderemos lo que fue necesario para generar vida”, dice . vida _
“Queremos pintar una imagen, con la mayor precisión posible, de estos primeros momentos del Sistema Solar que fueron tan críticos para todo lo que sucedió después”.
De acuerdo con el AMS, los observadores pueden esperar ver solo una bola de fuego de magnitud -6 o mejor por cada 200 horas de observación de meteoritos, mientras que una bola de fuego de magnitud -4 se puede presenciar una vez cada 20 horas. Como referencia: Venus en su punto más brillante tiene una magnitud de -4,5, la luna llena tiene una magnitud de -12,6 y el sol tiene una magnitud de -26,7.