Científicos detectan anomalías gravitacionales que podrían revelar un objeto masivo en los confines del sistema solar ¿Planeta X?
Astrónomos investigan las anomalías gravitacionales que podrían revelar un planeta masivo más allá de Neptuno
Desde hace casi un siglo, la posibilidad de un planeta desconocido en los límites del sistema solar ha capturado la imaginación de científicos y aficionados por igual. Conocido inicialmente como “Planeta X”, este hipotético mundo fue planteado para explicar las irregularidades en la órbita de Urano, hasta que el descubrimiento de Neptuno en 1846 resolvió el misterio. Sin embargo, en 2016, los astrónomos Konstantin Batygin y Mike Brown del Instituto de Tecnología de California (Caltech) revivieron la teoría con un nuevo enfoque: el Planeta Nueve, un gigante oculto cuya gravedad podría estar alterando las órbitas de objetos distantes en el Cinturón de Kuiper.
El Enigma de las Órbitas Anómalas
El Cinturón de Kuiper, una región más allá de Neptuno poblada por planetas enanos como Plutón y miles de cuerpos helados, ha sido clave en esta investigación. Batygin y Brown notaron que varios objetos transneptunianos (TNOs, por sus siglas en inglés) presentan órbitas extremadamente elongadas y agrupadas en una dirección que sugiere la influencia de un cuerpo masivo.
Las órbitas de los cuerpos del cinturón de Kuiper junto a la supuesta órbita del Planeta Nueve. (Konstantin Batygin y Mike Brown)
“Es como si un pastor gravitacional estuviera guiando a estos objetos”, explicó Brown en una entrevista reciente. Según sus cálculos, el Planeta Nueve tendría entre 5 y 10 veces la masa de la Tierra y orbitaría el Sol a una distancia de 400 a 800 unidades astronómicas (UA) —donde 1 UA equivale a la distancia entre la Tierra y el Sol—.
Evidencias y Controversias
Aunque la teoría ha ganado adeptos, no está exenta de escepticismo. En 2018, el descubrimiento del planeta enano 2015 BP519, apodado “Caju”, reforzó la hipótesis debido a su órbita inclinada y excéntrica, difícil de explicar sin la presencia de un perturbador externo. Sin embargo, otros objetos, como el sednoide 2023 KQ14, descubierto en Hawái, muestran órbitas más estables, lo que complica el panorama.
Algunos científicos proponen explicaciones alternativas, como un disco masivo de escombros o incluso un agujero negro primordial, aunque estas ideas son consideradas menos probables. El mayor obstáculo sigue siendo la dificultad de observación directa: si el Planeta Nueve existe, podría ser extremadamente tenue y estar demasiado lejos para ser detectado con la tecnología actual.
La Búsqueda Continúa
Telescopios como el Vera C. Rubin Observatory en Chile, que comenzará operaciones en 2025, podrían ser cruciales en esta búsqueda. Su capacidad para mapear el cielo con una precisión sin precedentes aumenta las posibilidades de encontrar —o descartar— al esquivo planeta.
Mientras tanto, misiones como New Horizons, que ya sobrevoló Plutón y ahora explora el Cinturón de Kuiper, no están diseñadas para llegar tan lejos como la órbita propuesta del Planeta Nueve. Un viaje hasta esa región tomaría más de un siglo con la tecnología actual.
La existencia del Planeta Nueve sigue siendo una de las grandes incógnitas de la astronomía moderna. Aunque las evidencias circunstanciales son convincentes, solo la detección directa pondrá fin al debate. Hasta entonces, este posible gigante helado en la penumbra del sistema solar seguirá desafiando a la ciencia y alimentando la curiosidad humana por lo desconocido.