Científicos estadounidenses han identificado áreas de máxima concentración de avistamientos de ovnis

El gobierno de los Estados Unidos ha tomado medidas para evitar especulaciones sobre la ocultación de información relacionada con los OVNIs, iniciando la publicación de materiales sobre este intrigante tema a principios de la década de 2020. Además, el término convencional de “OVNI” fue oficialmente reemplazado por “fenómenos anómalos no identificados” (FAN), ampliando así la naturaleza de los posibles objetos misteriosos. Estos fenómenos han sido observados tanto en tierra como bajo el agua, en áreas urbanas y en edificios abandonados, así como en la naturaleza y en condiciones que desafían las explicaciones convencionales sobre su origen extraterrestre.

Los investigadores de la Universidad de Utah, en su afán por abordar este enigma desde una perspectiva científica, han emprendido una investigación exhaustiva sobre el tema, recopilando y analizando datos estadísticos. Utilizando información proveniente de 98,000 casos confirmados de FAN en los Estados Unidos, estos especialistas han trazado un mapa que revela patrones intrigantes: los FAN se encuentran con mayor frecuencia en la parte occidental del país en comparación con el sureste.

Para profundizar en el análisis, cada caso fue evaluado según la facilidad con la que los humanos podrían observarlo. Factores como la presencia de vegetación arbórea, el nivel de ruido ambiental, la cobertura de nubes y la proximidad a fuentes oficiales de objetos voladores, como aeropuertos o bases militares, fueron considerados. Los resultados muestran una lógica subyacente: en las vastas regiones desérticas y montañosas del oeste de los Estados Unidos, donde las distancias entre ciudades son extensas pero las instalaciones militares secretas son abundantes, es más probable avistar un FAN que en áreas urbanizadas densamente pobladas o en zonas tropicales como los bosques de Miami.

Un aspecto crucial que no se puede pasar por alto es la influencia de mitos, leyendas urbanas y la cultura popular en la percepción de los fenómenos anómalos. La conexión entre los relatos mediáticos y la detección de FAN ha llevado a un análisis más profundo sobre cómo los eventos en el espacio mediático, como noticias, memes, escándalos relacionados con empresas espaciales privadas e incluso episodios de series de televisión populares, afectan las estadísticas de avistamientos de FAN.

Queda claro que muchos encuentros con FAN son el resultado de la predisposición de las personas hacia este tema, influenciadas por narrativas culturales y mediáticas. Este descubrimiento subraya la complejidad y la importancia de abordar el estudio de los fenómenos anómalos desde una perspectiva objetiva y basada en la evidencia científica.

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