Científicos japoneses encuentran por primera vez microplásticos en las nubes
En la película de 1967 “El graduado”, el personaje del Sr. McQuire comentó que había “un gran futuro para los plásticos”. Sin embargo, es probable que no se refiriera al tipo de futuro que enfrenta la humanidad en la actualidad.
Científicos japoneses han descubierto que ahora hay microplásticos en las nubes, según un estudio publicado en la revista Environmental Chemistry Letters.
Los científicos escalaron las cumbres del monte Oyama y del monte Fuji, recogiendo agua de la niebla alrededor de los picos de las montañas que medían entre 1.300 y 3.776 metros.
Utilizando técnicas de imagen avanzadas, el equipo encontró al menos nueve tipos diferentes de polímeros y un tipo de caucho en sus muestras. Los plásticos tenían un tamaño de 7,1 a 94,6 micrómetros y una concentración de 6,7 a 13,9 piezas por litro.
Los microplásticos descubiertos incluyeron: polietileno, polipropileno, tereftalato de polietileno, metacrilato de polimetilo, resina epoxi, poliamida 6, copolímero de etileno-propileno o aleación de polietileno-polipropileno y poliuretano.
Pero esta no es la primera vez que se descubren microplásticos en una entidad a la que no pertenecen.
“Las investigaciones muestran que tanto los humanos como los animales ingieren o inhalan grandes cantidades de microplásticos y se han detectado en múltiples órganos como los pulmones, el corazón, la sangre, la placenta y las heces. Diez millones de toneladas de estos trozos de plástico terminan en el océano, se liberan con las salpicaduras del océano y llegan a la atmósfera”, se afirma en el comunicado.
Esto implica, añaden los investigadores, que los microplásticos han llegado a las nubes y están creando una “lluvia plástica” que contaminará casi todo lo que comemos y bebemos. La acumulación de microplásticos en el aire (AMP) en la atmósfera también podría provocar efectos adversos sobre la biodiversidad. Las investigaciones continuas también han relacionado los microplásticos con el cáncer, así como con efectos negativos en la salud del corazón y los pulmones.
“Los AMP se degradan mucho más rápido en la atmósfera superior que en la superficie debido a la fuerte radiación ultravioleta, y esta degradación libera gases de efecto invernadero y contribuye al calentamiento global. Como resultado, los hallazgos de este estudio pueden utilizarse para tener en cuenta los efectos de los AMP en las proyecciones futuras del calentamiento global”, escribe
Hiroshi Okochi de la Universidad de Waseda, autor principal del estudio.
“Si la cuestión de la ‘contaminación del aire por plástico’ no se aborda de manera proactiva, el cambio climático y los riesgos ecológicos pueden convertirse en una realidad, causando daños ambientales graves e irreversibles en el futuro”, advirtió Okochi en un comunicado el miércoles.