Científicos: Misterioso rayo cósmico proveniente de más allá de la Vía Láctea
Un equipo de científicos especializados en el estudio del espacio ha realizado un hallazgo revolucionario que podría arrojar luz sobre los misteriosos orígenes de los imponentes rayos cósmicos. En su investigación más reciente, han identificado una partícula extremadamente rara y de energía ultrapotente que se presume viajó a través del cosmos desde regiones más allá de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.
Publicado en la revista Science el pasado jueves, el estudio revela que la energía de esta partícula subatómica, invisible a simple vista, equivale a la sensación de dejar caer un ladrillo sobre un dedo del pie desde la altura de la cintura, según los autores de la investigación. Esta partícula se posiciona en la categoría de las de mayor energía jamás detectadas, compitiendo en poder con la famosa partícula de rayos cósmicos apodada “Oh-Dios mío”, identificada en 1991.
Los rayos cósmicos, partículas cargadas que atraviesan el espacio y llegan continuamente a la Tierra, varían en energía. Mientras que los de baja energía pueden provenir del sol, los de energía extremadamente alta son escasos y se cree que tienen su origen fuera de nuestra galaxia.
El profesor de investigación de la Universidad de Utah, John Matthews, coautor del estudio, explicó: “Si extiendes la mano, un rayo cósmico atraviesa la palma de tu mano cada segundo, pero en realidad son partículas de baja energía. Cuando hablamos de rayos cósmicos de muy alta energía, es más bien uno por kilómetro cuadrado por siglo. Nunca atravesará tu mano”.
A pesar de décadas de investigaciones, los científicos aún no han dilucidado con precisión el origen de estas partículas de alta energía. Se cree que están vinculadas a los fenómenos más energéticos del universo, como eventos relacionados con agujeros negros, explosiones de rayos gamma y núcleos galácticos activos. Sin embargo, los descubrimientos más notables hasta la fecha parecen surgir en lugares desprovistos de fenómenos celestes violentos, como el vacío del espacio donde no se han registrado eventos significativos.
Estos nuevos hallazgos plantean interrogantes apasionantes para la comunidad científica, ofreciendo pistas cruciales para comprender los procesos cósmicos más enigmáticos y desafiantes de nuestro universo. A medida que se profundiza en el estudio de estas partículas, se espera que surjan más revelaciones que arrojen luz sobre los secretos que encierran los rayos cósmicos de ultraalta energía y sus misteriosos orígenes interestelares.