Climatólogos atónitos cuando el hielo marino antártico alcanza niveles récord impactantes

El año 2023 ha visto un desarrollo preocupante en el océano austral de la Tierra, ya que el hielo marino de la Antártida ha alcanzado su punto más bajo desde que comenzaron los registros oficiales hace 45 años.

Una fase de crecimiento del hielo marino antártico muy esperada nunca llegó a buen término durante el invierno y desde entonces ha hecho sonar la alarma entre los investigadores centrados en los efectos del empeoramiento del cambio climático.

Las autoridades informaron inicialmente en febrero que el hielo marino había alcanzado un mínimo histórico durante el verano, con la esperanza de que los meses siguientes mostraran signos de recuperación durante la fase de crecimiento invernal.

Un análisis de series temporales realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. reveló que la cobertura de hielo marino en julio estuvo muy por debajo de lo esperado. En comparación con la extensión del hielo marino en invierno antes de 2010, al océano austral ahora le faltan aproximadamente 2,6 millones de kilómetros cuadrados de hielo, un área casi cuatro veces el tamaño de Texas.

Este nuevo extremo supera los mínimos históricos anteriores registrados en 2016, 2017 y 2022.

Los científicos del clima tienen la esperanza de que el hielo marino se recupere el próximo invierno, pero reconocen la dificultad de hacer predicciones sin más estudios y monitoreo.

La situación ha escalado a un evento de 6.4 sigma, lo que significa que es una ocurrencia estadísticamente significativa que desafía la variabilidad aleatoria. El oceanógrafo físico Edward

Doddridge calificó la situación como “sin precedentes” y expresó su preocupación por la posibilidad de que la crisis climática sea un factor contribuyente, aunque los mecanismos exactos detrás del derretimiento extremo del hielo marino siguen sin estar claros.

Las posibles explicaciones para el rápido derretimiento del hielo incluyen vientos cada vez más cálidos en la región y el afloramiento de aguas cálidas que erosionan los icebergs desde abajo.

Además, la ausencia de hielo puede haber provocado un aumento de la temperatura del aire en la superficie, lo que previno aún más la formación de hielo en un circuito de retroalimentación positiva.

sp

 

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