¿De dónde viene el personaje “conejo asesino” en la literatura inglesa medieval?
El historiador y escritor James Wade de la Universidad de Cambridge encontró un manuscrito del siglo XV con contenidos únicos en la Biblioteca Nacional de Escocia. El autor del texto es Richard Hyge, quien afirma ser el capellán de la casa y tutor de la familia Sherbrooke de Derbyshire. El texto consta de nueve partes, una de las cuales, llamada “Hare Hunt”, describe un personaje extremadamente extraño en la literatura medieval: un conejo asesino.
En la Edad Media, el principal entretenimiento cultural eran las actuaciones de juglares que recitaban poesía, contaban cuentos o historias especialmente compuestas, a menudo acompañadas de música. El problema es que las actividades de los juglares no están documentadas de ninguna manera, y su bagaje creativo no se ha conservado. Pero esto es lo que hace valioso el manuscrito de Hige, quien él mismo no era un juglar, pero de una posdata en una página “estuvo en esa fiesta y no bebió”. Es decir, no se divirtió con todos, pero escribió diligentemente lo que dijo el juglar desconocido.
La mayoría de las historias del texto ridiculizan, y de forma muy vulgar, las clases individuales o los vicios humanos. Las palabras se eligen deliberadamente groseras, las comparaciones son vulgares, irónicas y ofensivas: esto es contenido para las amplias masas de personas borrachas. Sin embargo, en algunas historias hay un profundo pensamiento filosófico, así como referencias a hechos y lugares reales de la Baja Edad Media en Inglaterra.
“Hare Hunt” describe una situación en la que un grupo de personas ambiciosas, pero incapaces de ponerse de acuerdo y coordinar sus acciones, es enviada a una misión importante. En el texto original, estos son cazadores con perros que tontamente se perdieron en un lugar vacío y se mataron unos a otros, pero no atraparon la liebre. Esto dio lugar a un dispositivo literario en forma de la aparición de un conejo asesino; de hecho, esta es una especie de bagatela absurda a la que la gente intenta culpar para no admitir sus estúpidos actos y errores.