Del Misterio al Escrutinio: El Pentágono reconoce anomalías en fenómenos OVNI/UAP
El Gobierno de EE. UU. admite desconcierto ante incidentes inexplicables y busca la colaboración de la academia y el público.
Por primera vez en casi ocho décadas, el gobierno de Estados Unidos ha dado un giro notable en su postura oficial sobre los fenómenos OVNI. Durante una rueda de prensa el mes pasado, Jon Kosloski, director de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO, por sus siglas en inglés), reconoció que existen “anomalías reales” que desafían el entendimiento actual de la física y la ingeniería. Este cambio de tono marca un hito en una historia de negación y ofuscación oficial.
Kosloski declaró que hay incidentes que ni él ni sus colegas, con décadas de experiencia en la comunidad de inteligencia, logran comprender. Añadió que algunas de estas anomalías son tan complejas que requerirán la ayuda de académicos y del público para ser estudiadas.
Reconocimiento oficial de fenómenos inexplicables
Esta admisión ocurre en un contexto de creciente interés y transparencia sobre el tema de los OVNIs. Por ejemplo, el secretario de Defensa Lloyd Austin reconoció recientemente que “hay cosas que suceden, que han sucedido y probablemente seguirán sucediendo que son difíciles de explicar”. Estas declaraciones, que habrían sido impensables hace una década, coinciden con testimonios de figuras prominentes del gobierno y exfuncionarios de inteligencia.
Entre ellos, el exdirector de la CIA señaló la posibilidad de que “formas de vida diferentes” estén detrás de algunos de estos fenómenos. Mientras tanto, un exdirector de inteligencia nacional destacó que estos objetos exhiben tecnologías “que no poseemos ni podemos defendernos contra ellas”.
Testimonios bajo juramento y la legislación Schumer-Rounds
En un avance legislativo sin precedentes, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y el senador Mike Rounds impulsaron la Ley de Divulgación de Fenómenos Anómalos No Identificados. Esta ley establece que programas secretos del gobierno han recuperado OVNIs de origen “no humano” e incluso intentan realizar ingeniería inversa sobre ellos. Además, exige la entrega de pruebas biológicas de inteligencia no humana almacenadas en manos privadas.
En una audiencia reciente del Congreso, Luis Elizondo, exfuncionario del Departamento de Defensa, y David Grusch, exoficial de inteligencia, testificaron sobre la existencia de estos programas secretos. Las afirmaciones de Grusch han sido calificadas como “creíbles y urgentes” por el organismo de control interno de las agencias de espionaje, lo que llevó a notificaciones obligatorias al Congreso.
El respaldo a estas declaraciones también proviene de figuras como el senador Marco Rubio, quien ha confirmado que múltiples fuentes confiables han informado al Congreso sobre programas de recuperación y estudio de OVNIs.
Errores persistentes en la investigación oficial
A pesar del cambio en la postura oficial, la Oficina de Resolución de Anomalías ha enfrentado críticas por fallos analíticos en casos clave. Un ejemplo es el análisis del video conocido como “GoFast”, donde se desestimaron características anómalas del objeto sin entrevistar a la tripulación que registró las imágenes. Este caso, junto con otros incidentes documentados como el “Gimbal”, señala deficiencias en la evaluación de fenómenos que han preocupado a la Marina de EE. UU. por razones de seguridad aérea.
Un cambio alentador pero incompleto
Las recientes declaraciones de Kosloski y otros funcionarios marcan un cambio fundamental en la narrativa gubernamental sobre los OVNIs. No obstante, los errores analíticos y la falta de claridad en algunos casos sugieren que aún queda un largo camino por recorrer para recuperar la confianza del público y avanzar en la comprensión de estos fenómenos.
Mientras tanto, la creciente participación de la academia, el Congreso y la sociedad civil podría ser clave para desentrañar un misterio que ha fascinado y desconcertado a la humanidad durante décadas.