Del Re-em al Unicornio “Cómo una traducción cambió la historia” Descubriendo los orígenes de una criatura que desafía la imaginación
El unicornio, tradicionalmente asociado con la fantasía y la mitología, tiene un lugar inesperado en uno de los textos más antiguos y venerados de la humanidad: la Biblia. Mencionado en varias ocasiones en el Antiguo Testamento, este ser ha generado debates entre eruditos, teólogos e historiadores. ¿Era el unicornio una criatura real, malinterpretada por traducciones posteriores? ¿O se trata de una metáfora literaria? Este artículo explora las referencias bíblicas, las interpretaciones históricas y las posibles explicaciones detrás de este enigma.
El Unicornio en las Sagradas Escrituras
A diferencia de la imagen moderna de un caballo blanco con un cuerno mágico, las menciones bíblicas del unicornio (en hebreo, Re-em) lo describen como una bestia poderosa y temible. Algunos de los pasajes más destacados incluyen:
- Números 23:22 y 24:8: “Dios los sacó de Egipto; tiene la fuerza de un unicornio”.
- Deuteronomio 33:17: “Sus cuernos como cuernos de unicornios; con ellos apiñará a los pueblos”.
- Job 39:9-10: “¿Estará dispuesto el unicornio a servirte? ¿Podrás atarlo con su cuerda?”.
Estas descripciones sugieren un animal real, fuerte y salvaje, muy diferente de la criatura dócil que aparece en los cuentos de hadas.
La Confusión en las Traducciones
El término Re-em en hebreo fue traducido al griego como Monokeros (“un cuerno”) y al latín como Unicornis, dando origen a la palabra “unicornio”. Sin embargo, los estudiosos modernos plantean que podría referirse a:
Un Rinoceronte: Las descripciones de bestias indómitas y fuertes coinciden con este animal. El naturalista romano Plinio el Viejo mencionó una criatura similar, posiblemente basada en relatos distorsionados de viajeros.
Un Uro (Toro Salvaje): El Rimu acadio, ancestro del ganado moderno, era un animal poderoso y cornudo que pudo ser malinterpretado en las traducciones.
Esta ambigüedad lingüística ha alimentado siglos de especulación sobre la verdadera identidad del unicornio bíblico.
A diferencia de los griegos y romanos, que no incluían unicornios en sus mitologías, los textos hebreos y las enciclopedias naturales grecorromanas los consideraban animales reales. Autores como Plinio los describían con rasgos mezclados (cabeza de ciervo, patas de elefante), lo que sugiere una interpretación errónea de criaturas exóticas como el rinoceronte.
Entre el Simbolismo y la Realidad
La figura del unicornio en la Biblia sigue siendo un misterio fascinante. ¿Fue una metáfora de la fuerza divina, una descripción de un animal extinto o un error de traducción? La evidencia apunta a que el Re-em era probablemente un uro o un rinoceronte, cuya imagen se transformó con el tiempo en el mito que conocemos hoy.
Sea cual sea su origen, el unicornio bíblico desafía las nociones preconcebidas y demuestra cómo la historia, la lingüística y la cultura pueden entrelazarse para crear leyendas duraderas.