Descubren antiguo brazo del Nilo que pudo facilitar la construcción de las pirámides de Giza

Un descubrimiento reciente podría resolver el antiguo misterio de cómo los egipcios transportaban enormes bloques de piedra para construir sus famosos monumentos. Científicos han identificado un brazo del río Nilo, enterrado durante milenios, que pudo haber sido crucial para el transporte de materiales al complejo piramidal de Giza.

Un Río Perdido Bajo la Arena

El brazo del río, de aproximadamente 64 kilómetros de longitud, ha estado oculto bajo desiertos y tierras de cultivo durante milenios. El hallazgo fue publicado el jueves en la revista Communications Earth & Environment por un equipo de investigadores dirigido por Eman Ghoneim, geomorfóloga y profesora en la Universidad de Carolina del Norte en Wilmington.

Ghoneim y su equipo utilizaron imágenes satelitales y muestras de sedimentos para identificar el antiguo brazo del Nilo. “Estábamos observando estas características naturales serpenteantes más cercanas al campo piramidal, como largas depresiones y depresiones, ahora cubiertas completamente por tierras de cultivo y arena”, explicó Ghoneim. La tecnología de radar permitió al equipo penetrar la superficie de la arena y revelar características ocultas, incluidos ríos enterrados.

El Río Ahramat: Clave para la Construcción

El brazo del río, nombrado Ahramat, se encontraba a solo un kilómetro de las pirámides de Giza. Los investigadores creen que esta vía fluvial pudo haber facilitado el transporte de los pesados materiales de construcción, permitiendo que los bloques de piedra fueran flotados río abajo en lugar de ser transportados por tierra.

Este hallazgo no solo ayuda a entender cómo se construyeron las pirámides, sino que también abre la posibilidad de descubrir antiguos asentamientos humanos enterrados bajo la superficie. Durante mucho tiempo, los arqueólogos han sospechado que una vía fluvial ayudó en la construcción de las pirámides, pero la ubicación exacta y la magnitud de esta megavía fluvial eran inciertas hasta ahora.

Los científicos creen que el río Ahramat fue cubierto por arena tras una gran sequía hace unos 4.200 años. Este evento también podría explicar por qué las pirámides fueron construidas en diferentes ubicaciones a lo largo del tiempo, debido a los cambios en el curso y volumen del agua. “Para la mayoría de las ciudades, no estamos hablando de cómo el agua ayudó a la construcción de pirámides, sino más bien de cómo las civilizaciones humanas dependieron de ella y se adaptaron a sus cambios”, señala Ghoneim.

Aprendiendo del Pasado para el Futuro

El descubrimiento del brazo perdido del Nilo no solo arroja luz sobre los métodos de construcción de los antiguos egipcios, sino que también destaca la importancia de los recursos hídricos en el desarrollo de las civilizaciones. Al estudiar cómo las civilizaciones antiguas se adaptaron a los cambios en el entorno, podemos prepararnos mejor para enfrentar los desafíos futuros. Este hallazgo nos recuerda la estrecha relación entre el agua y la humanidad, una lección invaluable en tiempos de cambio climático y escasez de recursos.

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