Descubriendo los misterios de la criptozoología: La fascinante historia del Wendigo

El Wendigo, también conocido como Windigo y Windego, cuyos plurales se designan como Wendigoag, es una figura que emerge de las tradiciones de los nativos americanos, en particular entre los pueblos algonquinos. Estas comunidades, que históricamente se han extendido por la costa atlántica y la región de los Grandes Lagos, han compartido relatos sobre esta criatura, aunque otras tribus también tienen narrativas similares, como los iroqueses, vecinos de los algonquinos. Entre estos, la figura de Stonecoat (‘Piel de Piedra’) presenta similitudes con el Wendigo.

El término “Wendigo” se traduce aproximadamente como “espíritu maléfico que devora humanos” o simplemente “caníbal”. Según las leyendas, los Wendigoag poseen un apetito insaciable por la carne humana, sin importar cuánto coman, siempre sienten hambre.

En cuanto a su apariencia, se describe a los Wendigoag como seres delgados, a pesar de su estatura gigantesca de alrededor de 4,5 metros. Tienen ojos resplandecientes, colmillos afilados y lenguas largas. Su piel puede ser amarillenta, cubierta de pelo enmarañado o incluso putrefacta, según las distintas versiones de la leyenda.

Según la tradición, los Wendigoag solían ser humanos que se transformaron tras recurrir al canibalismo, incluso por necesidad de supervivencia. Se cree que al consumir carne humana, una persona puede ser poseída por espíritus malignos y convertirse en un Wendigo.

Otra versión de la leyenda sugiere que el primer Wendigo fue un guerrero que hizo un pacto con el Diablo para salvar a su tribu. Después de entregar su alma, se convirtió en esta criatura aterradora y fue desterrado por su tribu cuando ya no lo necesitaban.

Se dice que los Wendigoag deambulan por los bosques habitados por los algonquinos, donde se rumorea que devoraron a quienes desaparecieron misteriosamente. Los avistamientos del Wendigo han sido reportados tanto por nativos americanos como por colonos blancos, especialmente en lugares como Roseau, en Minnesota, donde los avistamientos se relacionaron con muertes inesperadas.

Algunas tribus, como los Cree, han desarrollado danzas tradicionales como la ‘danza del Wendigo’ para representar satíricamente a esta criatura. Además, algunos nativos americanos se consideran “cazadores de Wendigos”, como el anciano Cree Jack Fiddler, quien en el siglo XX afirmó haber matado a al menos 13 de estas criaturas para proteger a su tribu, incluida una mujer que, según él, estaba a punto de convertirse en un Wendigo.

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