Documentos desclasificados revela relación entre el Pentágono y una empresa privada dedicada a la investigación de UAP
Documentos obtenidos bajo la Ley de Libertad de Información confirman comunicación, pero la mayoría de la información sigue censurada, alimentando especulaciones sobre investigación de fenómenos aéreos no identificados
Una reciente respuesta a una solicitud realizada bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) ha confirmado la existencia de comunicación entre la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) del Pentágono y la empresa Enigma Labs. Sin embargo, los detalles específicos de dicha interacción permanecen en su mayoría redactados, dejando más preguntas que respuestas sobre la naturaleza de este vínculo y su posible relación con la investigación de fenómenos aéreos no identificados (UAP).
El Hallazgo y su Contexto
El documento, obtenido y publicado por el sitio especializado The Black Vault, revela que AARO, la entidad creada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para centralizar el análisis de UAP, mantuvo contacto con Enigma Labs, una compañía conocida por su trabajo en inteligencia artificial y análisis de datos aplicados a eventos anómalos. A pesar de la confirmación de esta comunicación, extensas secciones del texto aparecen completamente censuradas, citando exenciones de seguridad nacional.
Expertos en transparencia gubernamental han señalado que este nivel de redacción no es inusual en casos que involucran agencias de defensa, pero la falta de información accesible ha generado especulaciones sobre el alcance de la colaboración. Algunos analistas sugieren que Enigma Labs podría estar proporcionando tecnología avanzada para el procesamiento de datos relacionados con avistamientos de UAP, mientras que otros plantean la posibilidad de que la empresa esté involucrada en la validación de informes provenientes de fuentes militares y civiles.
Implicaciones y Reacciones
La revelación ha reavivado el debate sobre la transparencia del gobierno estadounidense en torno a los UAP, especialmente después de las audiencias públicas en el Congreso y los testimonios de expilotos militares que aseguran haber tenido encuentros con objetos de capacidades tecnológicas inexplicables. AARO, que opera bajo la supervisión directa del Subsecretario de Defensa, ha prometido mayor apertura en sus investigaciones, pero documentos como este refuerzan la percepción de que gran parte de la información sigue siendo clasificada.
Por su parte, representantes de Enigma Labs no han emitido declaraciones detalladas sobre su relación con AARO, limitándose a afirmar que colaboran con diversas entidades gubernamentales y privadas en proyectos de análisis de datos. La empresa, que ha recaudado millones en financiamiento de capital de riesgo, ha desarrollado plataformas que utilizan machine learning para categorizar eventos anómalos reportados por el público, lo que sugiere una posible sinergia con los objetivos de AARO.
Mientras la FOIA sigue siendo una herramienta clave para desvelar información oculta, casos como este demuestran los límites de la transparencia en asuntos vinculados a la seguridad nacional. La confirmación de que AARO y Enigma Labs han mantenido contacto es un paso hacia la rendición de cuentas, pero la falta de detalles concretos deja un vacío que alimenta tanto el escepticismo como las teorías conspirativas. A medida que aumentan los informes de UAP en todo el mundo, la presión sobre las agencias gubernamentales para que divulguen más datos seguirá creciendo.
Los documentos los puedes ver en el sitio de The BlackVault