El cohete que se estrelló en la Luna es un misterio. Ahora hay otro: por qué dejó un doble cráter al hacerlo

El pasado 4 de marzo los restos de un misterioso cohete extraviado se estrellaron en la Luna. Nadie ha querido hacerse responsable del suceso, y la NASA sigue tratando de resolver el misterio. Eso ya era un reto interesante, pero ahora hay otro: resulta que el impacto no ha creado un solo cráter como sería de esperar, sino dos.

El cohete que no era de nadie. Inicialmente se pensó que el cohete podía ser de SpaceX. Luego los cálculos apuntaron a que había “evidencias sólidas” de que se trataba de un cohete chino, pero en China rechazaron la idea. Nadie se ha responsable, pero hay astrónomos que insisten en que ese cohete era un dispositivo de prueba de la misión Chang’e-5 de 2014.

Espera, ¿doble cráter? Los restos de ese cohete se estrellaron a 5,3 km/s sobre la Luna, y uno esperaría que lógicamente eso provocara un impacto notable en nuestro satélite. Resulta que el impacto parece haber sido doble.

Así lo revelan las nuevas imágenes del Lunar Reconnaissance Orbiter. Según la NASA : “Sorprendentemente el cráter es en realidad dos cráteres, un cráter oriental (18 metros de diámetro) superpuesto a un cráter occidental (16 metros de diámetro)”.

La teoría: se partió en dos. Los ingenieros de la NASA tienen una posible explicación. Según ellos ese doble cráter podría indicar que el cohete estaba formado por dos grandes masas, una en cada extremo. Normalmente los cohetes tienen una masa concentrada en uno de sus extremos y el otro es básicamente un tanque de combustible vacío.

Ese diseño de cohete de hecho se ha convertido en una nueva pista para tratar de averiguar de dónde procede. “La doble naturaleza del cráter podría indicar su identidad [del cohete]”, añadieron los responsables de la NASA.

La Luna está llena de cosas raras... Hay hasta 47 restos de cohetes que han creado “impactos de naves” en la superficie de la Luna, según datos de la Arizona State University. Ninguno de ellos creó un cráter doble.

Esos dos cráteres y los restos de ese cohete no son ni de lejos los únicos “residuos” que los seres humanos hemos dejado en la Luna. Hay cientos de escombros y residuos que se suman a los módulos de aterrizaje de las antiguas misiones que llegaron a la NASA.

Incluidas las cacas. Eso sin contar, claro, con los excrementos de los astronautas que han quedado también en la superficie lunar. No al aire, claro: están protegidos en bolsas selladas al vacío. La información oficial habla de 96 bolsas con orina, heces y vómitos pertenecientes a los tripulaciones de las misiones Apolo. Esos excrementos, por cierto, quieren volver a ser recuperados y estudiados cuando volvamos a la Luna. ¿La razón? Saber si queda algo vivo en ellas.

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