El enigma sin resolver del soldado desaparecido: Gerry Irwin y su encuentro con lo desconocido

El 2 de marzo de 1959, Gerry Irwin, un soldado de primera clase estacionado en Fort Bliss, Texas, despertó en el Cedar City Hospital sin tener idea de cómo llegó allí. Había estado inconsciente durante veintitrés horas, murmurando sobre una “chaqueta en el monte”. Esta extraña situación dejó perplejos a los médicos y a quienes lo rodeaban.

La historia de Irwin comenzó unos días antes, el 28 de febrero, mientras conducía desde Nampa, Idaho, de regreso a su base en Texas. En su camino, vio un objeto brillante cruzando el cielo cerca de Cedar City, Utah. Pensando que podría tratarse de un avión en problemas, Irwin dejó su automóvil y se dirigió hacia la ubicación donde creía que había aterrizado.

Dejó una nota en su automóvil informando su intención de investigar el posible accidente aéreo y procedió a buscar ayuda. Sin embargo, aproximadamente una hora después, fue encontrado inconsciente por un grupo de búsqueda, sin signos de un accidente de avión en el área.

Irwin fue llevado al hospital, donde los médicos no pudieron despertarlo inicialmente. Aunque su temperatura y respiración eran normales, permaneció inconsciente durante horas. Cuando finalmente recuperó el conocimiento, su primer pensamiento fue si había algún superviviente del presunto accidente.

Después de su extraño episodio en Cedar City, Irwin regresó a Fort Bliss, donde fue puesto bajo observación en el hospital. A pesar de no encontrar ninguna explicación médica para su condición, le retiraron su autorización de seguridad. Experimentó otro episodio de desmayo en El Paso y fue trasladado nuevamente al hospital.

Aunque fue dado de alta y considerado “normal” después de un mes de observación, su historia no terminó ahí. Irwin, aparentemente sin razón, dejó la base sin permiso y regresó a Cedar City en busca de su chaqueta perdida. Esta vez, encontró un mensaje envuelto alrededor de un lápiz en su chaqueta, lo quemó y aparentemente recuperó la conciencia.

Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando Irwin volvió a desaparecer después de ser examinado nuevamente en el hospital. Desde entonces, nunca más se le ha vuelto a ver, dejando tras de sí un enigma sin resolver que ha desconcertado a investigadores y entusiastas de lo paranormal durante décadas.

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