El grito interestelar permitió a la NASA restaurar el contacto perdido con la Voyager 2.

La NASA ha restablecido con éxito el contacto con la sonda Voyager 2. No ha habido contacto por radio con él desde el 21 de julio después de que los ingenieros ingresaran una serie de comandos que provocaron que las antenas de la sonda se desviaran inadvertidamente. Eran solo 2 grados, pero incluso una inexactitud tan pequeña en la configuración del equipo no permitió mantener el intercambio de información por radio entre la nave espacial y la Tierra.

Inicialmente, la NASA dijo que el canal de comunicación podría restablecerse no antes del 15 de octubre. El hecho es que el equipo de la sonda funciona de acuerdo con un cierto algoritmo, que prevé la reconfiguración periódica a la Tierra. La situación cambió para mejor cuando la unidad DSN de la NASA en Canberra, Australia, anunció la recepción de la frecuencia portadora de la Voyager.

La recepción de la portadora indicó que el transmisor todavía está funcionando. Después de eso, se decidió iniciar acciones activas para restaurar el control sobre el dispositivo. Los investigadores decidieron enviar una señal más fuerte en esta frecuencia utilizando equipos DSN. Como era de esperar, se escuchó este “grito interestelar”. Sin embargo, los científicos necesitaban resistencia, porque la señal llega a la sonda más alejada de la Tierra solo después de 18,5 horas y se requiere el mismo tiempo para obtener una respuesta.

Pero la paciencia de los especialistas de la NASA fue recompensada: el 2 de agosto, la sonda Voyager envió una nueva porción de datos desde el espacio profundo.

 

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