El increíble relato de Edwin Fuhr sobre los objetos metálicos giratorios que aterrizaron en su campo en 1974 sigue siendo un enigma
El pequeño pueblo agrícola de Langenburg, Saskatchewan, se convirtió en el epicentro de uno de los avistamientos de OVNIs más documentados y debatidos de la historia moderna. El 1 de septiembre de 1974, Edwin Fuhr, un agricultor local, vivió una experiencia que cambiaría su vida y la percepción de muchos sobre la posibilidad de vida extraterrestre.
Un encuentro inesperado en un campo de colza
Aquella mañana gris, Edwin Fuhr conducía su segadora por un campo de colza cuando se topó con algo que parecía sacado de una película de ciencia ficción. A unos metros, observó un objeto metálico brillante, girando sobre la hierba. A medida que se acercaba, descubrió que no era uno, sino cinco objetos metálicos flotando a poca altura sobre el suelo, todos girando en perfecta sincronización.
Los objetos, descritos como estructuras en forma de cúpula hechas de un material similar al acero inoxidable con un acabado “cepillado”, carecían de ventanas, antenas o salientes, salvo un pequeño tubo de escape que liberaba vapor. Fuhr, abrumado por el miedo, detuvo su segadora y retrocedió lentamente, observando cómo las máquinas se elevaban, maniobraban en formación escalonada y desaparecían en el horizonte.
Evidencia física: los círculos en la hierba
Tras el despegue de los objetos, Fuhr encontró cinco depresiones circulares en el lugar donde habían estado. La hierba, de más de tres metros de altura, estaba aplastada en un patrón que sugería un fuerte movimiento giratorio. En el centro de cada círculo, la hierba permanecía intacta, como si algo hubiese girado cuidadosamente alrededor sin tocar el núcleo.
El caso llamó la atención de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), cuyo cabo Ron Morier visitó el lugar. Después de examinar los anillos, Morier concluyó que “algo con una fuerte presión de aire o escape” había causado las marcas. El oficial descartó que se tratara de una broma, respaldando la credibilidad de Fuhr, descrito por sus vecinos como un hombre honesto y poco propenso a inventar historias fantásticas.
Impacto local y atención internacional
El incidente atrajo la atención de los medios y de organizaciones especializadas en fenómenos extraterrestres, como el Centro de Estudios OVNI de Illinois. A pesar de las visitas de expertos, no se encontró evidencia concluyente que explicara el suceso. Los círculos permanecieron visibles durante años, convirtiendo la granja de Fuhr en un punto de interés para curiosos y ufólogos.
Sin embargo, el granjero se mostró reacio a explotar el evento. Preocupado por el daño a sus cultivos, impidió el acceso masivo al terreno. Aún así, la historia quedó grabada en la memoria colectiva, y hasta el día de hoy, el avistamiento de Langenburg es considerado uno de los casos más intrigantes de Canadá.
Ciencia y misterio: ¿qué ocurrió realmente?
Aunque los avistamientos de OVNIs no son infrecuentes, pocos casos ofrecen una combinación tan impactante de relato personal y evidencia física. Los científicos y expertos en el tema han planteado varias teorías, desde fenómenos meteorológicos hasta tecnología avanzada desconocida, pero ninguna explicación ha sido completamente satisfactoria.
El suceso también dejó una marca en la comunidad de Langenburg, generando tanto fascinación como temor. Según informes posteriores, algunos agricultores se mostraron reacios a trabajar en sus campos, temiendo una nueva aparición de los misteriosos objetos.
El avistamiento de Edwin Fuhr en Langenburg sigue siendo un misterio sin resolver, desafiando las explicaciones racionales y alimentando la curiosidad de generaciones. A casi cinco décadas del suceso, el campo de colza donde ocurrió el incidente permanece como un testigo silencioso de un evento que, para muchos, confirma que no estamos solos en el universo. Mientras tanto, la historia de Fuhr se mantiene viva como uno de los relatos de OVNIs más fascinantes y creíbles de todos los tiempos.
Referencia:
The London Free Press, 12 de julio de 1975