El Observatorio Vera C. Rubin Inicia Operaciones Científicas con Potencial para Descubrir el Planeta Nueve y Objetos Extraterrestres
El supertelescopio chileno, equipado con una cámara de 3200 millones de píxeles, revolucionará la astronomía y la búsqueda de fenómenos anómalos en el espacio
El lunes 23 de junio de 2025 marco un hito en la exploración del cosmos con el inicio oficial de las operaciones científicas del Observatorio Vera C. Rubin, ubicado en Cerro Pachón, al norte de Chile. A las 17:00 horas de Europa Central, el telescopio revelará sus primeras imágenes, dando comienzo a una década de observaciones sin precedentes del cielo austral. Entre sus objetivos se incluyen la detección del hipotético Planeta Nueve, el estudio de la materia oscura y, potencialmente, la identificación de objetos tecnológicos no identificados de origen extraterrestre.
Un Ojo Sin Precedentes para el Cielo Austral
El Legacy Survey of Space and Time (LSST), programa central del observatorio, escaneará el cielo austral completo cada cuatro días gracias a su cámara de 3200 millones de píxeles, la más grande jamás construida para la astronomía. Este esfuerzo sistemático permitirá descubrir millones de objetos celestes nuevos, desde asteroides cercanos hasta galaxias distantes.
Uno de los grandes enigmas que el LSST podría resolver es la existencia del Planeta Nueve, un cuerpo masivo hipotético situado en los confines del sistema solar. Su influencia gravitacional ha sido inferida por perturbaciones en las órbitas de objetos transneptunianos, pero hasta ahora no ha sido observado directamente. La sensibilidad del telescopio de 8,4 metros lo convierte en el instrumento ideal para esta búsqueda.
Más Allá de la Astronomía Clásica: La Búsqueda de Tecnología Extraterrestre
Además de sus aplicaciones astrofísicas, el Observatorio Vera C. Rubin podría desempeñar un papel crucial en la identificación de fenómenos anómalos. Astrónomos como el profesor Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, han destacado su potencial para detectar objetos tecnológicos no identificados, ya sea en órbita terrestre o en el espacio interestelar.
Según cálculos actualizados publicados por Loeb en febrero de 2024, el LSST sería capaz de identificar objetos en órbita terrestre baja (LEO) de más de un metro de tamaño, siempre que reflejen al menos el 0,1 % de la luz solar. Esto incluiría no solo satélites y desechos espaciales, sino también posibles artefactos con patrones de movimiento o luminosidad inusuales.
«Incluso si solo uno entre un millón de estos objetos fuera de origen extraterrestre, su descubrimiento cambiaría nuestra comprensión del universo», afirmó Loeb, quien lidera el Proyecto Galileo, una iniciativa dedicada a la búsqueda sistemática de tecnología alienígena.
Explorando Visitantes Interestelares
El telescopio también podría detectar objetos similares a ‘Oumuamua, el primer visitante interestelar confirmado en nuestro sistema solar. A diferencia de los telescopios actuales, el LSST tendrá la capacidad de identificar cuerpos de ese tipo con mayor frecuencia, incluso si se encuentran dentro de la órbita terrestre.
Además de estos objetivos, el observatorio estudiará supernovas, núcleos galácticos activos y la influencia de la energía oscura en la expansión del universo. Su capacidad para mapear el cielo con una precisión sin precedentes lo convierte en una herramienta invaluable para la astronomía moderna.
Conclusión: Un Nuevo Capítulo en la Exploración Espacial
El inicio de las operaciones del Observatorio Vera C. Rubin representa un salto cualitativo en la observación del cosmos. Con su capacidad para escanear el cielo de manera sistemática y detectar fenómenos tanto esperados como inesperados, este telescopio no solo ampliará los límites de la astronomía, sino que también podría responder a una de las preguntas más antiguas de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?