El robot dinosaurio ayudó a resolver el misterio de las primeras alas y plumas de los dinosaurios
Investigadores de la Universidad Nacional de Seúl han diseñado un robot, Robopteryx, que imita la estructura corporal del dinosaurio Caudipteryx. Su característica principal es la presencia de protoalas, apéndices característicos con plumas, como las aves modernas. Sin embargo, son demasiado primitivas y no son aptas para volar, por lo que los científicos decidieron utilizarlas para comprobar una de las hipótesis sobre el propósito de estas alas.
La evolución no deja ninguna posibilidad de conservación para partes del cuerpo que son completamente inútiles, por lo que la presencia de alas y rastros de plumas en los fósiles de dinosaurios indica que era algo importante, necesario. El problema es que estas alas aparecieron mucho antes de que los dinosaurios evolucionaran para volar. Esto significa que fueron utilizados para otra cosa, tal vez para cazar.
Las aves modernas, como el correcaminos, baten sus cortas alas y colas para asustar a los insectos, sacándolos de sus escondites para poder atraparlos y comérselos. “Robopteryx” repite estos movimientos y los científicos realizaron una serie de experimentos en un campo de hierba con muchos saltamontes. Estos insectos intentan huir de las aves, y sus ancestros lejanos vivieron durante la época de los dinosaurios, por lo que resultó ser una especie de imitación de la caza en la época prehistórica.
Resultó que batir las alas hace que el 93% de los saltamontes huyan, mientras que sin ellas, sólo el 47%. El color de las alas también es importante: si tienen puntos de luz brillantes, los saltamontes reaccionan más rápido al movimiento. Las alas de Caudipteryx batían a los lados cuando corría, y el sonido que producía también asustaba a los insectos, aumentando las posibilidades de una caza exitosa.