Elizondo se refiere al video UAP de la ultima audiencia “Sin Metadatos, los videos UAPs son sólo imágenes sin contexto”

El exdirector del programa AATIP subraya la necesidad de datos técnicos para validar el impactante video de un presunto OVNI impactado por un misil en 2024, tras el histórico testimonio de denunciantes en el Congreso.

En un giro significativo dentro del debate sobre Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP), la revelación de un video que muestra el impacto de un misil contra un objeto no identificado ha captado la atención global. Sin embargo, la emoción inicial está siendo matizada por llamados a la cautela y el rigor científico. Lue Elizondo, exalto funcionario de inteligencia del Pentágono y una figura central en la desclasificación de videos de UAP, ha argumentado en una reciente aparición en Newsmax que la credibilidad del material depende críticamente de una pieza faltante: los metadatos.

El Testimonio y la Revelación Visual

El martes, el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes fue escenario de un testimonio sin precedentes. Un grupo de denunciantes militares, bajo juramento, relató encuentros directos con OVNIs y acusó a agencias de inteligencia de ocultar información crítica al Congreso y al público. En medio de estas audiciones, el representante republicano por Missouri, Eric Burlison, presentó un video clasificado como “impactante”. La secuencia, fechada el 30 de octubre de 2024, muestra el momento en que un misil Hellfire, disparado desde un dron MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea estadounidense, impacta contra un objeto no identificado. La naturaleza del objeto y las consecuencias del impacto quedaron inmediatamente en el centro de la polémica.

La Postura de Elizondo: Rigor por Encima de la Especulación
Frente a la expectación generada, la intervención de Luis Elizondo en el programa “Saturday Agenda” de Newsmax aportó un necesario contrapunto de sobriedad técnica. Elizondo, quien dirigió el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP) del Pentágono, no cuestionó la potencial autenticidad del video, pero sí enfatizó su insuficiencia para extraer conclusiones definitivas. “El problema es que aún no sabemos qué estamos viendo y necesitamos más información”, declaró. Su argumento se centró en la ausencia de metadatos, datos técnicos esenciales incrustados en el video que proporcionan contexto cuantificable.

La Importancia Crítica de los Metadatos

Elizondo detalló que parámetros como la velocidad, la altitud, la trayectoria y la firma térmica del objeto son fundamentales para determinar su naturaleza. Estos datos permitirían a los analistas discernir entre un objeto sólido y uno de consistencia gaseosa o ligera. Ilustró su punto con una hipótesis: “Si se trata de algo como, digamos, un grupo de globos, uno podría imaginar que si un misil Hellfire impactara (…) sería casi como atravesar una nube o niebla donde podría reventar un par de globos, pero el cohete sigue su camino. Ahora bien, si se trata de una superficie sólida, la historia es diferente”. Sin esta información, cualquier interpretación queda en el reino de la conjetura.

La Cuestión de la Procedencia y la Autenticidad

Más allá de los datos técnicos, Elizondo señaló otro vacío crucial: la procedencia del video. Aunque elogió la decisión del congresista Burlison de proteger las identidades de los denunciantes que facilitaron el material, señaló que la falta de una cadena de custodia clara y una atribución oficial dificultan su validación. “Si se demuestra que se trata de imágenes auténticas del dron MQ-9, se habrá establecido de repente parte de su procedencia. Probablemente sea un video legítimo”, afirmó. Este paso es esencial para transformar una grabación intrigante en una evidencia investigable.

El testimonio de los denunciantes marca un punto de inflexión en la transparencia gubernamental respecto a los UAP. La revelación del video añade un componente visual potentísimo a un debate que ya es histórico. No obstante, la advertencia de expertos como Luis Elizondo sirve como un recordario crucial: el camino hacia la verdad no se recorre con especulaciones virales, sino con un análisis meticuloso y basado en datos. La comunidad de inteligencia y el Congreso se enfrentan ahora a la tarea de proporcionar ese contexto faltante. La credibilidad del fenómeno, y la seriedad con la que se aborda, dependen de que la emoción no opaque al rigor científico. La demanda de respuestas continúa, pero debe ir acompañada de una igualmente importante demanda de evidencias verificables.

  ¿Te gusto la noticia? compártela en tus redes sociales.
error: