Embriones de ratón cultivados en el espacio: Avances científicos revelan posibilidades para la reproducción en microgravedad
Un innovador estudio liderado por investigadores japoneses ha desvelado un hito en la exploración espacial: la exitosa crianza de embriones de ratón en la Estación Espacial Internacional (EEI), marcando un paso significativo hacia la comprensión de la reproducción de mamíferos en condiciones de microgravedad. Este logro fue informado recientemente por la agencia de noticias AFP, demostrando un avance crucial en la posibilidad de la reproducción humana en el espacio a largo plazo.
El interés científico en comprender los efectos de la radiación y la microgravedad en la reproducción de mamíferos ha sido una prioridad, con la meta de garantizar la supervivencia y el bienestar de los humanos en entornos extraterrestres. Aunque estudios previos habían examinado los impactos de la microgravedad en embriones de erizos, peces y anfibios, las investigaciones vinculadas a mamíferos eran escasas debido a la complejidad y singularidad del proceso reproductivo en comparación con otros organismos.
El equipo científico japonés, cuyo trabajo fue publicado en la revista iScience, llevó a cabo un innovador experimento. Fertilizaron óvulos de ratón para obtener embriones de dos células que posteriormente fueron congelados y enviados a la EEI en agosto de 2021 a través de un cohete de SpaceX.
Se diseñó un dispositivo especial para facilitar la manipulación de los embriones por parte de los astronautas en la EEI. El astronauta japonés Akihiko Hoshide fue el responsable de descongelar y cultivar 720 embriones durante cuatro días, 360 de los cuales se desarrollaron en un entorno de gravedad simulada en el Módulo Experimental Japonés Kibo, mientras que los 360 restantes fueron cultivados en condiciones de microgravedad.
Al regresar a la Tierra, se comparó el desarrollo de los embriones cultivados en diferentes condiciones. Los resultados revelaron que alrededor del 29,5% de los embriones cultivados en gravedad simulada se desarrollaron en blastocitos, en comparación con el 23,6% de los cultivados en microgravedad. La etapa de blastocito es crucial, ya que implica la diferenciación de células que formarán al feto y la placenta.
Los científicos confirmaron que la microgravedad no afectó significativamente el desarrollo embrionario. Además, los embriones cultivados en microgravedad no mostraron señales de daño en su ADN debido a la exposición a la radiación, posiblemente porque pasaron un tiempo relativamente corto en el espacio.
El científico Teruhiko Wakayama de la Universidad de Yamanashi destacó que estos resultados, junto con un estudio anterior que demostró que las crías de ratas preñadas enviadas al espacio nacieron con un peso normal en la Tierra, sugieren la posibilidad real de la reproducción de mamíferos en el espacio.
Los investigadores planean ahora avanzar en sus investigaciones, con el objetivo de implantar los embriones cultivados en el espacio en ratones hembra para observar si pueden dar a luz crías sanas. También desean investigar si el esperma y los óvulos de los ratones enviados a la EEI podrían utilizarse para crear embriones a través de fertilización in vitro, abriendo nuevas puertas para la reproducción fuera de nuestro planeta.
