Encuentro cercano a Mach 2: Piloto de la Fuerza Aérea de EE.UU. reporta un OVNI cilíndrico en pleno vuelo sobre California
Un objeto no identificado, del tamaño de un balón de fútbol y viajando al doble de la velocidad del sonido, sorprende a un piloto durante una misión secreta. Expertos y autoridades analizan el incidente, que reaviva el debate sobre la vida extraterrestre.
El 17 de septiembre de 2024, un piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos experimentó un encuentro que desafía toda explicación convencional. Durante una misión secreta sobre el espacio aéreo de California, el piloto, identificado como “Troy 21”, informó de un objeto volador no identificado (OVNI) que se acercó a menos de 10 pies de su ala. El incidente, capturado en una grabación de audio, ha generado un intenso debate entre expertos en aviación, ufólogos y autoridades federales.
El encuentro ocurrió alrededor de las 2:30 p.m., en un día despejado, mientras Troy 21 volaba a velocidad supersónica. Según el piloto, el objeto era “cilíndrico, de color gris oscuro y no más grande que un balón de fútbol”. El OVNI apareció repentinamente bajo el ala de la aeronave, moviéndose a una velocidad estimada de Mach 2, el doble de la velocidad del sonido. “Esto va a sonar raro, pero algo pasó por debajo de mi ala”, se escucha decir al piloto en la grabación del control de tráfico aéreo (ATC) de Los Ángeles.
El operador del sensor del avión intentó rastrear el objeto con las cámaras del avión, confirmando su presencia. Minutos después, el OVNI fue detectado nuevamente a unas 60 millas de distancia, lo que sugiere que el objeto viajaba a una velocidad asombrosa. Ben Hansen, ex agente del FBI y presentador del programa UFO Witness, analizó la grabación y afirmó que la velocidad y maniobrabilidad del objeto descartan explicaciones convencionales, como drones o aves. “Si es cierto, esto eliminaría absolutamente cualquier explicación prosaica”, declaró Hansen a NewsNation.
El avión de Troy 21, un Beechcraft 350C modificado, estaba equipado con un sistema de radar avanzado diseñado para detectar actividades ilegales, como el narcotráfico. Sin embargo, durante este vuelo, el radar captó algo completamente inesperado. Hansen sugirió que la tripulación probablemente realizaba una misión de interdicción de drogas para el Departamento de Seguridad Nacional cuando ocurrió el avistamiento. “Es pleno día. Pudieron ver bien esta cosa, un objeto oscuro y cilíndrico que pasa muy cerca bajo sus alas”, explicó.
A pesar de la gravedad del incidente, los controladores de tráfico aéreo parecieron restarle importancia. En la grabación, un controlador afirma: “Se informó de un ovni aquí, pero ya está todo solucionado. Así que no tienen que preocuparse por eso… ya no está”. Sin embargo, el informe fue remitido al Centro Nacional de Informes de OVNIs (NUFORC), un canal oficial reconocido por la Administración Federal de Aviación (FAA) para este tipo de avistamientos.
Hansen destacó que el encuentro ocurrió en un espacio aéreo controlado, lo que aumenta las preocupaciones sobre la seguridad aérea. “Hay grandes problemas con que eso suceda en un espacio aéreo controlado como era y no se les notificó de ningún tráfico aéreo que se suponía que estuviera en el área”, señaló. Además, el experto descartó la posibilidad de que el objeto fuera un dron, ya que, aunque algunos drones pueden alcanzar altitudes de 20,000 pies, es poco probable que un dron comercial o militar pudiera moverse a Mach 2 sin ser detectado por los sistemas de radar.
Este incidente se suma a una serie de avistamientos recientes que han reavivado el debate sobre la existencia de vida extraterrestre y la posible ocultación de información por parte del gobierno. La congresista de Florida, Anna Paulina Luna, ha sido una de las voces más prominentes en exigir transparencia. Tras una reunión clasificada con denunciantes de la Fuerza Aérea, Luna declaró que “cree absolutamente” que los OVNIs descritos por los militares son “de origen no humano”.
El encuentro de Troy 21 no solo plantea preguntas sobre la naturaleza del objeto, sino también sobre la preparación de las autoridades para manejar este tipo de eventos. A medida que más funcionarios y expertos piden la desclasificación de documentos relacionados con OVNIs, el incidente de septiembre de 2024 podría ser un punto de inflexión en la búsqueda de respuestas.
El avistamiento reportado por Troy 21 es uno de los encuentros más intrigantes y mejor documentados de los últimos años. Con un objeto que desafía las leyes de la física conocida y un contexto que involucra misiones militares secretas, este incidente reafirma la necesidad de investigar seriamente los fenómenos aéreos no identificados. ¿Estamos más cerca de descubrir la verdad sobre los OVNIs? Solo el tiempo y la transparencia gubernamental lo dirán.