Encuentro con OVNI termina con un incidente armado en instalaciones de la fuerza aérea de Brasil
El 20 de junio de 1978, un inusual suceso en las afueras de Brasilia, específicamente en la instalación de CINDACTA, marcó un intrigante episodio en la historia de la Fuerza Aérea Brasileña. Todo comenzó alrededor de las 20.30 horas, cuando un objeto volador alargado y luminoso hizo su aparición en la región de Gama, en el Distrito Federal. Paulino Bezerra de Souza, guardia de seguridad en el puesto THF de la instalación de radar de Gama, fue testigo de extraños sonidos que alertaron su atención. Tras un breve patrullaje, Souza informó al sargento tercero Odilon Menezes dos Santos, especialista en sistemas de radio, sobre los sucesos.
Una serie de desconcertantes eventos siguieron ese reporte inicial: el cierre del portón que rodeaba la estación, ruidos de manipulación de puertas y un extraño silbido. Ante la ausencia de intrusos visibles, Odilon decidió apagar la estación y contactar a las autoridades superiores para informar la situación. Las comunicaciones entre diferentes rangos militares condujeron a la observación de un objeto luminoso de forma alargada y multicolor flotando a baja altura cerca de la antena. A pesar de la dificultad para definir su forma exacta debido a la intensa luminosidad, se notó un cambio en la forma luminosa mientras sobrevolaba la instalación.
Soldados de guardia en las casetas de vigilancia, junto con el sargento Lopes y otros tres soldados enviados como refuerzo, lograron avistar el objeto en diferentes momentos. Sin embargo, al acercarse, el objeto se retiraba silenciosamente y desaparecía de su vista. Simultáneamente, se escucharon ruidos en el techo, similar al impacto de piedras.
Esta secuencia de eventos llevó al sargento Odilon a recibir la autorización para disparar su rifle como medida de persuasión. Desde el techo de la estación, se observaron figuras oscuras entre el matorral y se realizaron disparos, provocando la respuesta de una piedra que casi golpea a uno de los soldados. Ante el riesgo evidente, se informó a los superiores, desencadenando una serie de acciones, incluyendo disparos al aire con el objetivo de alcanzar posibles objetivos camuflados.
El incidente fue objeto de una exhaustiva investigación por parte de la Fuerza Aérea Brasileña, generando un informe detallado de 46 páginas. Este informe concluyó que el objeto avistado no correspondía a un avión convencional, no podía ser identificado y no mostraba hostilidad. El Brigadier Sócrates Monteiro, en una entrevista años después, reveló detalles sobre el incidente, describiendo cómo sus hombres abrieron fuego contra el objeto debido a la falta de protocolo para lidiar con situaciones de ese tipo.
Monteiro destacó la precaución ejercida, citando el incidente Mantell de 1948, donde un piloto murió tras perseguir un OVNI. El brigadier reiteró la diferencia tecnológica entre los humanos y estas presuntas naves extraterrestres, subrayando la necesidad de evitar acciones que pudieran desencadenar consecuencias trágicas.
A pesar de la investigación, el objeto y sus orígenes nunca fueron plenamente identificados, manteniendo en el misterio uno de los encuentros más desconcertantes en la historia militar brasileña.
Con informacion de fenomenum.com